Tenia 17 años y ya era un poco raro. Sentado en una de las terrazas de la plaza mayor observaba siempre a aquellas señoras mayores que tomaban sus copillas diarias estivales. Habia dos que tenían el mismo nombre, y ese nombre sin saber por qué, quedo prendido en el subconsciente y no otro.
De esas cosas raras una de ellas fue la decisión de que encontraría una chica con ese mismo nombre y se enamoraría de ella. Ocurre que su mejor amigo se le adelanto. Así que a joderse tocan. Pero una vez conocida ya fue su obsesión. De verdad que no hizo nada, ademas su amigo era mas alto, mas guaperas y mas comunicativo. De cualquier forma esa mujer con ese nombre que no era nada corriente por aquellos lares hubiera sido una bendición. No, no estaba enamorado de ella pero bueno con ese nombre bien podría mas adelante, tampoco era tan difícil, ademas era tan bonita que con el tiempo quien sabe... Pero al adelantarsele el otro ya no había nada que hacer.
Lo cierto es que sin hacer nada o quizás las antenas de aquella chica... quien sabe...
Fue una hijoputada y mas a un "mi mejor amigo" pero la bestia enamoro a la bella. Su amigo ni que decir tiene que desde entonces ya no fue nunca igual.
¡Pero al fin el amor si que apareció y... como...!
¡Es un nombre tan bonito..!
Pero esos los cuentos solo terminan bien en las películas ñoñas.
t&e |
:)
ResponderEliminarSalud