Miro de las
primeras luces del sol que pasan a su través y me paro justo enfrente como si fuera algo
extraordinario.
Creo que
alguien más, muchos, habrán hecho algo así cualquier momento parecido, en
cualquier otro día desde que nos pusimos en
pie y comenzamos a caminar erectos.
Luego justo
fuera del bordillo de granito que separa el césped de mi camino, veo como crece
insolente una flor amarilla con un tremendo verde en su tallo, entre este y el
asfalto.
No me mira,
claro, pero pareciese que lo hace como diciéndome: - ¡ Que pasa. Estoy aquí !
Pienso...
Luego miro
arriba las nubes ahora ya blancas, sobre un cielo azul reventón. Cambia la canción
que suena el walkman.
Me alegro
solo por estar viendo estas cosas.
Creo que alguien más, muchos, habrán hecho algo así cualquier momento parecido, en cualquier otro día desde que nos pusimos en pie y comenzamos a caminar erectos.
Luego justo fuera del bordillo de granito que separa el césped de mi camino, veo como crece insolente una flor amarilla con un tremendo verde en su tallo, entre este y el asfalto.
No me mira, claro, pero pareciese que lo hace como diciéndome: - ¡ Que pasa. Estoy aquí !
Pienso...
Luego miro arriba las nubes ahora ya blancas, sobre un cielo azul reventón. Cambia la canción que suena el walkman.
Me alegro solo por estar viendo estas cosas.
31/3*