Ayer tarde llovió, solo por aquí. Pregunte a las niñas que estaban a la capital y no, por allá no lo hizo. Aquí cayo una tormenta de esas de un ratito con truenos y centellas incluidos.
Empezó a ponerse oscuro, mucho, y al sonar los primeros truenos salí a la terraza y en efecto, la ropa que ya tenía seca en los alambres se caló toda de nuevo.
Parece que el otoño se hace el amo, y es entonces cuando a mí me gusta ir a una playa y salir a pasear por la orilla, me coloco el chubasquero y un gorro de aguas y, a ver cambiar de color la arena. Mas de uno dirá; ¡Que loco! ¿Pero qué quieres? A mí me gusta, me gustan esos colores, el viento fresco a veces como el día de la foto frío de veras, pero yo más feliz que feliciano. Y no era el único paseando.
Es extraño pero mas de un paseante solitario como yo se veía como un poco perdido en sus ideas. Sera el meteoro seguramente.
Después un té tras los cristales en una cafetería y mirar las caras de contrariedad de mucho del personal allí guarecido. Yo, vuelvo a decirlo; -¡ Mas feliz que Feliciano!
Ver pasar al otro lado de los cristales bajo los soportales a... bueno, a mucha gente también.
Y mirando el cielo... alguno.
Músicas: Leonardo Favio - Ella ya me olvidó - Fuiste mía un verano.♥ღ♥
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