18 jun
Al llegar a las puertas de cristal empezó a gesticular y dar con las manos en dirección al sensor de esas puertas y nada, aquello no se abría por más que lo intentaba. Me miró con lo que yo pensé un tono suplicante. El vendedor de cupones a lo suyo creo que ni se dió cuenta o ni me había visto hace un rato quizás tampoco a mi.
Me aproxime al fin a la puerta, moví la mano como limpiando el aire y automáticamente se abrió. La señora me dio las gracias apresurada como llego.
Me gire contestando; -Por nada señora... y
-¡Pero donde coño se ha metido...!
No he conseguido recordar su cara.
That whole encounter felt like a glitch in reality—she vanished so quickly, it’s as if she was never really there at all.
ResponderEliminar