18 jun
Al llegar a las puertas de cristal empezó a gesticular y dar con las manos en dirección al sensor de esas puertas y nada, aquello no se abría por más que lo intentaba. Me miró con lo que yo pensé un tono suplicante. El vendedor de cupones a lo suyo creo que ni se dió cuenta o ni me había visto hace un rato quizás tampoco a mi.
Me aproxime al fin a la puerta, moví la mano como limpiando el aire y automáticamente se abrió. La señora me dio las gracias apresurada como llego.
Me gire contestando; -Por nada señora... y
-¡Pero donde coño se ha metido...!
No he conseguido recordar su cara.
That whole encounter felt like a glitch in reality—she vanished so quickly, it’s as if she was never really there at all.
ResponderEliminarQuizás fue "un espíritu" que intentaba evitar que te dieras un porrazo con la cristalera... ¿Cómo sabías que era una señora madurita si no le viste la cara?... ¡¡¡Misterios!!! ;-)))
ResponderEliminarBesos
¿Entonces se trataba de una mujer fantasmal, que la puerta no detectaba?
ResponderEliminarY por eso, no podía cruzarla. Que misterio.
Saludos.
Algunos somos anodinos no dejamos memoria.
ResponderEliminarmuchas veces, las preguntas no tienen respuestas y otras veces, los seres humanos logramos abrir nuestras mentes para recibir los mensajes justos y necesarios, así como las señales.
ResponderEliminarespero que tengas gran dia.
nuevo seguidor