09 de diciembre de 2004 - 23:51
Hace cuatro o cinco noches la
encontré, y me puse a escribir sobre ella, luego surgieron esos días otros
temas y se quedó ahí guardada en la carpeta de mis documentos, así es que me he
decidido a ponerla hoy en este artículo. Llevaba meses buscándola, sabía que la
había puesto (ah!! Ahora llega esa canción maravillosa Need your love so bad Fleetwood Mack. Esta sí que hay que escucharla) dentro de la carátula de
un disco, pero no podía recordar en cual, y con tantos desistí de buscarla.
Pero hace esas cuatro noches por accidente apareció, como cuento en el post que
no llego a ser tal, hasta hoy, y que he titulado como la canción de Camel,
aunque cambiando una palabra: Carta dentro de una carta (joer que punteo de guitarra de Peter Green, la de
antes). Apareció dentro de un disco y desde
entonces la he leído varias veces, y cada vez la entiendo menos, la he ido
leyendo sin orden, aunque si la leí en su orden la primera vez, pero estaba tan
confuso que no me di cuenta del final hasta esta noche. Pensé que me la había
escrito a mí, tenía la mente tan retorcida en esa época de cambios, que bien
pude escribírmela a mi a ver que pensaba, sin pensar que Ahora era Erik quien
la leería y que era Tony quien la escribió (¿Quadrophenia?) pero luego viendo
el final está claro que fue a Elvira, que por ciento no esta tan claro tampoco.
Aunque ese final vaya dirigido a ella. De todas formas, conociéndome como me
conozco, me parece rarísimo que la escribiera un domingo, tenía que estar muy
neura en esos días, sobre todo para escribirla un domingo. Pero es que la vida
da muchas vueltas. Bueno siempre he sido, a decir de mis amigos un poco
surrealista. Elvira lo era aún más. Es lo de Dios los crea y ellos se juntan, o Se juntaron el hambre con las
ganas de comer.
He estado pensando que diferentes pueden ser dos mujeres y como un mismo hombre
se puede enamorar de ellas. Lo cierto es que me ocurrió con M.R. que es justo
los antípodas de E.
Elvira era como yo una pirada total por cualquier forma de arte, reconozco que
es pasión lo que siento, por cualquier cosa que despida un mínimo olorcillo a
arte, y yo llamo arte, tanto a El moisés, o la Venus prehistórica, Perro
enterrado en la arena de Goya, cualquier cuadro de Mondrian, o el Cuervo de
Poe. Madame Butterfly, o Layla de Clapton. Una puesta de sol, o cualquier post
de Re:atratado, o Lunaaaa o Corazón, o que se yo. El caso
es que Elvira era una consumidora compulsiva también de arte, por lo que
desfrutábamos juntos de Teatro, presentación de libros, exposiciones, y sobre
todo de mis músicas (nuestras músicas) pues las comprábamos juntos.
Por el contrario M.R. era mucho más, ¿cómo diría? ¿Fría? No es eso exactamente
debe ser que una se dedicaba a las humanidades y la otra iba por senderos
empresariales, pero el caso es que a MR. nunca he conseguido que escuche ni dos
minutos música conmigo, Tampoco se lo voy a echar en cara porque nunca
pretendería que cambiase su forma de ser por darme gusto a mí. Es cambio es más
fresca, más viva, será porque es otra generación, que no conoció la época de las
flores, la Psicodelia, el mayo del 68. bueno tantas otras antigüedades- Es como es y me gusta su
frescura.
Recuerdo que saltaba alrededor de mi sentado en la terraza del bar y como
Elvira de lejos miraba, como diciendo ¡Niña Loca! o ¡Bendita juventud! Diría
yo. El caso es que era como una bocanada de aire fresco que lo arroyaba todo.
Claro que con diecisiete años que se podía esperar. Ni se me podía pasar por la
cabeza que esta mujer tan diferente a la otra conseguiría al final llevarme al
huerto.
¿Qué ocurre? Es posible estar enamorado de dos mujeres a la vez. Yo por más
vueltas que le doy, diría siempre que no.
El caso es que ahí está esa carta que no se a quien se la escribí al final.
Y aquí esta este Post que no se ni por donde se puede coger.
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(Letras traducidas por E&T:Erik)
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Desde que empecé de nuevo a poner mis viejos vinilos no hace muchos días, recordé que dentro de uno de ellos había guardado una carta que escribí hace ya muchísimo tiempo atrás. Si, lo recuerdo porque hace años escuchando música me di de bruces con ella al caer al suelo cuando iba a sacar un disco para ponerlo.
Pero no la leí entonces porque no era el caso en esos momentos. Simplemente puse el disco la guardé dentro de la carátula y ahí ha dormido el sueño de los justos durante todos estos años. Pero hete ahí, que, como decía un rato antes, desde que de nuevo comencé a poner otra vez los vejetes, la he buscado infructuosamente, pensando en que la había escondido en la carátula de un disco de Camel Moonmadness y ahí me fui primero, pero no, no estaba en ese pensé que por precaución la había cambiado de lugar. Bueno no quería que la encontrara por accidente M.R., aunque ella ni por imaginación podría poner uno de mis discos nunca, no lo ha hecho en estos últimos veinticinco años y no lo va a hacer ahora. Pero la verdad es que no me apetecía nada que la encontrara, y no porque la leyera, por ser algo privado mío, no. Simplemente porque no querría por nada del mundo que se sintiera mal por el hecho de leerla cuando era una carta de tiempos en que ni la conocía a ella y que además creo que entonces andaría posiblemente por aquella época con otras locuras en su cabeza por su edad.
El caso es que nunca me apeteció romper esta carta, ya rompí demasiadas y demasiadas fotos y creo que después he llegado a la conclusión de que no se debe destruir nada que se haya vivido anteriormente sean buenos recuerdos o malos, son historia y deben quedar ahí. Aunque pudiesen incomodar a alguien. Y esa creo que era la razón de que no me gustaría que la hubiera encontrado, no quería por nada del mundo que pudiese sentirse celosa, o incomoda con ella, Es parte de mi vida y debe estar ahí. Paso, y ya está. Ahora, es ahora.
Busqué dentro del disco de Caravan In the land of grey and pink y tampoco estaba, así es que desistí, porque es ardua tarea buscar dentro de más de quinientos vinilos.
Pero mira por dónde, esta noche, y venia pensando escucharlo desde esta tarde, no sé por qué, Magna Carta Lord of the Ages que es otra maravilla pop-folk llena de lirismo. Y ahí había algo.
Una hoja de un cuaderno con la traducción de algunas canciones del disco que hicimos, que más bien hizo casi entera, Elvira, con algunas correcciones mías, me lleno de alegría volver a ver esa letra, que reconozco que me ha costado al final reconocer, por estar mezclada con la mía de entonces, pero era ella, ahí está una parte de ella el resto ardió en su día en una pira que no debiera haber existido nunca. Una alegría encontrar esas letritas, pequeñas como ella misma. Pero mira por dónde sin buscar ahí estaba también la carta desaparecida que tanto he buscado, está la tinta corrida por la humedad, al contrario que el manuscrito de Elvira que está escrito con bolígrafo y que debe de ser muchísimo más viejo. Porque este mío, por entonces yo solía escribir con estilográfica de las de punta ancha antiguas. Recuerdo que era una pluma que me había traído como regalo una vez de Bélgica mi tío. Era maravilloso sentir aquel tacto en el papel y el ruido que hacía al escribir. Hasta que con el paso del tiempo se fue rompiendo y hubo que dejarla dormir dentro de una caja.
He corrido a leerla porque aunque tenía un vago recuerdo de ella no tenía muchos recuerdos de lo que en realidad había escrito entonces, si recuerdo perfectamente el paisaje que describía en ella pero nada más, es curioso, será porque soy pintor y tengo buena memoria para las imágenes, pero del texto ni recordar prácticamente nada, además es curioso siempre me recuerda también una calle por la que paso muy a menudo, y que no tiene nada que ver conmigo ni con Elvira, pero siempre me vienen las imágenes de esa esquina a la cabeza cuando recuerdo la carta o las imágenes que describo en ellas, que ni por asomo podrían tener nada que ver una con la otra. Y ahora que pienso precisamente hace tres días hice unas fotos de esa esquina, donde acaba la calle Sofraga y comienza la plazuela de San Miguel.
Desde luego ese paisaje de la carta es otra dimensión, eso estoy seguro, porque por lo que recuerdo siempre y lo recuerdo ahora como lo veía entonces, ni gota de aire ni una planta, ni un insecto, ni un ruido . Nada. Eso sigue igual ahí no hay nada. Es mismamente, como si fuera un paisaje pintado por el maestro Dalí, pero sin colores ahí la paleta más bien podría ser la mía de alguno de mis experimentos como cuando pinte la acuarela del parque del Tío Granuja aquí justo al coger la esquina. En el que solo use verdes, y amarillos y tan solo un ocre muy rojizo fabricado ex profeso para la ocasión, Pero ninguno de estos colores se podría encontrar en aquel paisaje muerto que describo en esa carta y que ahora no parece que tiene mucho sentido, cuando la he leído, ¿o sí? Realmente no sé qué decir ahora mismo Me imagino que la echaba mucho de menos. Es normal acabábamos de dejarlo después de siete años demasiado intensos, intensos si por la cantidad de cosas vividas, buenas y menos buenas, bueno como en cualquier relación de pareja. Es curioso cómo solo se pueden ver en el grafico mucho más acentuados los buenos. El tiempo va matando los menos buenos.
Si que es curioso como aun sigo viendo ese paisaje de tierra muerta, plana como un desierto sin dunas de aspecto cristalino, entendiendo cristalino por tierra quemada por el sol, que por otra parte no luce allá arriba aun no habiendo ni una nube, ni un cielo azul y solo una luz que no sabría describir si amarillenta o grisácea amarilla, sin sombras, suelo cristalino pero no brillante, opaco amarillo-tierra, solo surcado por enormes y zigzagueante grietas que se pierden en el horizonte.
Bueno era me imagino, lo que había en mi corazón en esos momentos. Y ahí se quedó una cara grabada, que podría haber sido la de la mujer que apareció un poco más tarde en el paisaje y que no he conseguido nunca imaginar la cara que tenía a pesar de estar justo delante de ella, hablando y hasta de besarla. Es como lo de la canción de Traffic No face, no name, no number
Esta tampoco tenía cara y sin embargo era bellísima. Todo demasiado extraño. Sería la ausencia, si seguro Digo yo
Si me siento con ganas transcribiré la carta, pero es un poco pesado hacerlo, porque son cuatro folios por una cara pero que el programa de OCR es incapaz de pasarme al procesador de textos. Es mi letra, no consigue descifrarla el scanner a pesar de estar bastante inteligible.
Músicas: Magna Carta, Mahavishnu Orchestra, Fletwood Mack (de la época de Peter Green)
P.D. Como quiera que hacía referencia a este cuadro, por aquello de la manía de experimentar con colores, de vez en cuando, aquí la pongo, aunque estos colores nada tienen que ver con los que yo veía en mi corazón, o en mi cabeza cuando escribí aquella caótica carta. y que acababa: Domingo, 30 julio 1978. ¡Te quiero! Tony.
![]() |
Paseo del Tío Granujas: Acuarela. Erik) |
9 comentarios
Erik
- 12 de diciembre de 2004 - 16:04
Me alegro que te gustara la canción,
es muy bonita.
Todo el disco lo es.
Hasta pronto.
mnkantavivir.
- 11 de diciembre de 2004 - 06:16
Tienes toda la razón que estupidez
romper la historia de uno, y todo para no lastimar...lastimar a quién? si en
realidad no fue en daño de nadie, y es parte de uno!
Yo tambièn destruí demasiadas cosas que ahora me arrepiento y también me sucedió
que algo se quedó sin desaparecer negándose a perderse...y cuando lo vuelves a
leer, de inmediato las vivencias te hacen vibrar!!
Me encantò la canciòn que me recomendaste!!
Y tú pintura que belleza,...que no paro y si sigo escribiendo te lleno tu página!
jejeje, pero es que me identifico muuuuucho contigo...bueno gracias de
cualquier manera!
besos
Erik
- 11 de diciembre de 2004 - 00:12
¡Decía que gracias, es que el
chocolate me vuelve loco...!
Erik
- 11 de diciembre de 2004 - 00:11
Lo - 10 de
diciembre de 2004 - 23:21
¡¡Gracias por tu visita!! Aquí estaré
visitándote. Y siempre habrá chocolate para ti.
Erik
- 10 de diciembre de 2004 - 22:32
No era mi letra. Alone, querida,
es la letra de Elvira, la mía esta escondida entre la otra y hay muy poca. Esa
carta es la traducción de dos canciones de Magna Carta. A lo mejor Escanee la mía
y ponga algún trozo en un próximo artículo.
Erik
- 10 de diciembre de 2004 - 22:31
Que suerte que las guardaras,
Coeur, Yo las destruí todas y bien que lo siento. Créeme.
Un Beso desde España.
alone
- 10 de diciembre de 2004 - 17:22
El corazón es tan grande que para
mí sí se puede amar a dos personas a la vez, pero con pasión solamente a una.
Amplíe tu carta y habría podido leerla bien si no fuese por tu letra....
jajajajajajaja.
Un besito y feliz fin de semana
Corazón... - 10 de
diciembre de 2004 - 10:02
Holas Erik :)
Yo pienso como tú... Que no es posible amar a dos personas a la vez, soy tan
chapada a la antigua que así pienso, pero a veces veo a personas que sí pueden,
debe ser nuestro corazón. Por otro lado, me pregunto cómo dos personas con
diferente carácter, diferentes gustos se acoplan tan bien para vivir, dicen que
la diferencia es lo bonito de la vida y, es q si todos fuéramos iguales sería
un mundo aburrido :) Las cartas... Yo tengo cartas de cuando tenía 16 años y
tuve mi primer novio, en ese entonces pensaba que era él hombre de mi vida y es
por ello q conservaba todo de él...Ahora a mis 34 años de vez en cuando las
saco y me río, pero claro q las conservo toditas, son parte de mi vida. A veces
las veo y dicen mayo de l986 los sobres están viejos y desgastados, que bonitos
recuerdos... Bueno te estoy contando de mi vida, pero esta noche me apetecía
hablar con alguien y tu texto me ha invitado a dialogar con tu blog :) Como me
dices tú...me gusta leerte :) Me voy que es muy noche en México ;) Un saludo
;o)
NombreE-mail No será mostrado.Comentario
Fleetwood Mac: Need Your Love So Bad [Version #2]
P.D. Pero es que ahora ya no son veinticinco, son cuarenta y siete y sigue sin tocar un solo disco.
En cuanto a la carta:
Hoy, a 23 Ago 2025 -¡No, ya no te quiero!
Your reflections capture the tangled beauty of memory, love, and art, where certainty slips away but feeling remains vivid
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