Estaba muerto, pero aun así era bonito a pesar de sus ramas secas y retorcidas como salidas de cualquier cuento de E.A.Poe.
En las noches, sin nubes, frías del invierno, cuando paseaba por el lugar me parecía que quisiera alcanzar la luna con sus ramas mas altas como garras. Había ido perdiendo el poco verde que le iba quedando. Luego ya una primavera ninguna vaina verde se dejo notar en las ramas mas pequeñas. Y un día cuando subí. Ya no estaba.
Solo queda un inmenso hueco y un muñón a ras de suelo, entre la pared de la finca de enfrente y la puerta del cementerio. Y ahora, tres contenedores de basura ocupan espacio.
Algún día después del primero de noviembre, alguien ha dejado unas flores. Y una rosa blanca en la tumba "del Hombre de las estrellas" bajo un signo de infinito labrado sobre su lapida.
Era una de mis cantantes preferidas, y ahora, cuando la escucho cantar, me cabreo con ella por haberse ido prematuramente... :(
ResponderEliminarSalud
Si. Me ocurre algo parecido cómo me ocurrio con Janis Joplin.
ResponderEliminarSaludos