Varia imaginación que, en mil intentos,
A pesar gastas de tu triste dueño
La dulce munición del blando sueño,
Alimentando vanos pensamientos,
Pues traes los espíritus atentos
Sólo a representarme el grave ceño
Del rostro dulcemente zahareño
(Gloriosa suspensión de mis tormentos),
El sueño (autor de representaciones),
En su teatro, sobre el viento armado,
Sombras suele vestir de bulto bello.
Síguele; mostraráte el rostro amado,
Y engañarán un rato tus pasiones
Dos bienes, que serán dormir y vello.
(L.Gongora)
(L.Gongora)
Que texto tan peculiar y personal... :)
ResponderEliminarSalud
Si. Parece que Góngora debía ser así.
ResponderEliminarLos poetas son raros.
Verdad?
Son de otro mundo.
Salud!!!
No conocía tu blog. Me ha parecido totalmente distinto, me ha llamado mucho la atención.
ResponderEliminarEs una especie de cajón desastre.
ResponderEliminarUn abrazo