Siempre me gustó mucho en las noches de tormentas veraniegas, o no, subir al castillo y desde la explanada amurallada mirar las tormentas sobre las Villuercas o Santa Cruz. Lo cierto es que desde aquí arriba se ve todo el horizonte y es tremendamente grande el espacio que se puede observar. Luego, está el morbazo de la grandiosidad del meteoro, que aun a esa distancia de kilómetros, esos rayos pueden pasar sobre tu cabeza como unos fuegos artificiales xxl y estos además imponen.
Y esta tarde hay tormenta.
Los Relampagos - Noche de Relampagos
No hay comentarios:
Publicar un comentario