Lleva dos días viniendo a mi terraza. Se posa sobre el cordel de tender la ropa y ahí se queda hasta que le parece.
Es una "Rayadora naranja" (Pantala flavescens). Me deja acercarme a ella, ahora me mira, ahora miro para otro lado y a descansar. Eso sí, a la sombra que estos días hace hasta 40º. Toco la cuerda para asustarla a ver que hace y se echa a volar colocandose en la cuerda que está al lado. Y vuelta a empezar. Me voy por la cámara y me pongo a hacerle fotos, ella tan tranquila, hasta mira al objetivo como si quisiera salir favorecida. Vuelvo a intentar asustarla pero nada vuelve a la cuerda anterior. Como ahora la da el sol se viene hasta la sombra.
Puede volar hasta unos 85 km/h. y recorre una barbaridad de kilómetros de distancia. Se despide y vuela hasta perderse en lo alto del segundo piso.
Al día siguiente vuelta a empezar. No se hasta cuando seguirá viniendo porque a lo mejor se lo piensa mejor y se va a dar una vuelta a lugares más frescos, total para ella cruzar la península es un juego de niños teniendo en cuenta de donde podría haber venido.
Le he hecho más de sesenta fotos de cerca y no le importa.
Es un honor para ella ser única protagonista de tu serie fotográfica.
ResponderEliminarEs maravillosa.
What a remarkable little visitor, clearly as curious about you as you are about her, and gracious enough to pose like a true winged model
ResponderEliminar