Regenta una de esas tiendas chinas, un totum revolutum, pero menos aunque a veces cuesta encontrar qué.
Siempre me han gustado menudas, mi primer amor loco (de esos que dicen que nunca se olvidan del todo) así era, pequeñita, preciosa, aunque con un cerebro enorme dentro de aquella cabecita. Pues bien, había ido a comprar algo de lo que ahora no consigo acordarme pero lo que sí recuerdo es que era uno de esos días medio festivos raros en que unos cierran y otros no. Esta especie de bazar está situado junto a un hipermercado y a veces si este abre, ellos también. Era por la tarde y estaba anormalmente vacío para lo que suele de costumbre y como quiera que por más que buscaba no di con el objeto en cuestión decidí preguntarle, además de paso fuera de la lógica de no perder el tiempo buscando tontamente (soy bastante practico...) de paso iba a ser muy agradable verle la cara a esa personita menuda que me recordaba aquella otra aunque esta última con rasgos mucho más orientales.
Mi sorpresa cuando ya me acercaba relativamente a ella, fue observar cómo tras el mostrador, ella, aprovechando la presunta soledad de la tienda a su entender, bailaba dando saltitos con los brazos en alto canturreando algo.
Ahí estaba yo ahora justo frente a ella en un bazar inmenso vacío de público (me imagino mas o menos que cara debí poner). Se quedó inmóvil por unas décimas de segundo, se sonrió, bajó los brazos, volvió al movimiento pero ahora más suavemente y se me quedó mirando preguntándome solo con su cara; - ¿Que...? -Ahora ya se que lo que buscaba se encontraba en el tercer pasillo abajo a la derecha.
Empezó a reírse, y yo más de los mismo.
Ahora ya si que me tiene el coco comido del todo.
Música: be my baby in french live
18.07
Encuentros como esos pasan muy pocas veces en la vida, y son menos aún las veces en que sabemos cómo aprovecharlos.
ResponderEliminarLos que es a mí, no me cuesta nada echarlos a perder.
Saludos,
J.
Desde luego tiene mucha gracia la oriental.
EliminarSalud
Nítido recuerdo, como si fuera tiempo presente.
ResponderEliminarMe gustó la historia.
Saludos.
Es que nunca se me ocurrió pensar en esa faceta, viendo lo profesional que se conduce a diario.
EliminarSaludos.
Un recuerdo muy gracioso...
ResponderEliminarUn abrazo, Erik !
Es que era muy graciosa dando esos saltitos.
EliminarUn abrazo.
Seguramente se creía fuera de cualquier mirada.
ResponderEliminarUna situación cómica al final. ;-)
Besos
Ahora se lo que hace para no aburrirse cuando no hay nadie.
EliminarJe.
Besos.