Es lo que tiene la primavera, una noche infernal y coletazos matutinos, y al rato se abre el cielo y las luces se derraman dejando ver algún destello brillante en las gotas de agua que no se atreven del todo a caer de una que otra hoja.
Algún valiente que se atreve a cruzar el parque no sin mirar de continuo el cielo a ratos, lleno de nimbos amenazantes. Yo, no puedo dejar de esbozar una sonrisa maquiavélica y secreta tras la mascarilla.
Y es entonces cuando veo al galgo blanco. Y al cruzarnos, es por primera vez que le escuchó más de tres palabras, y me gusta, esa voz un tanto grave que reconozco, no podía esperar al darle los buenos días y devolverlos ella.
Me alejo pensando como esas palabras que al final no he oído, quizás más enfrascado en cómo se balanceaban en el éter y su tono que en lo que me han respondido.
Es posible que esperaba un sonido más agudo proveniente de ese cuerpo.
Pero me gusta, suena como música.
Hola, buenos días, ojalá a la próxima gran tormenta le den por nombre MACARENA, para que nos gtraiga -alegrías y cosas buenas-, jaaaaaa
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bailona
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Hace tiempo que no disfruto de una tormenta, me traería recuerdos de ver los rayos besar el mar. Lola es un buen nombre para arrebatos truenos y poderío. Un abrazo
ResponderEliminarSi un poco tremenda.
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Cuánta envidia me das con esas fotazas!
ResponderEliminarMe alegra que haya habido intercambio de saludos, buena señal. 😉
Esa voz grave podría deberse a un catarro o quizás... al tabaco?.
Besos.
No es su voz es que es muy musical, me gusta.
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Hace falta el agua, espectaculares imáenes.
ResponderEliminarBesos.
Debería llover más, se le esta yendo la fuerza en rayos y centellas pero no acaba de mojar lo que debería.
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Llevamos ya más de una semana a tormenta diaria y me ha sido imposible fotografiar un rayo, me quedo ojiplática con tus fotos, cuando las contemplas , incluso pareces oír el trueno.
ResponderEliminarTruenos rayos y centellas. Me encanta la tormenta.
EliminarPero no encima.
Besos
Atrapan los rayos, yo no puedo dejar de mirarlos... (a mi madre le dan miedo).
ResponderEliminarTambién pasa con algunas voces...
Besos.
Yo suelo subirme a lo alto de mi pueblo, en el castillo, y desde ahí arriba se ve todo el horizonte y donde caen. Es una pasada y además gratis.
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