me he quedado un momento perdido en el infinito.
veía los colores de la vidriera. Y no los veía . . . No sé.
Solo si sé que sentía los labios gruesos como hinchados y la extraña, y agradable sensación de aquellos otros rozándome-los como si no hubieran pasado las décadas.
Volví.
Y la imagen del reloj colgado en la pared,
con esas agujas varadas.
he de cambiar ¿ la batería ?
Bonito contraluz.
ResponderEliminarBesos.
Las vidrieras son inspiradoras. Cambiar no siempre es necesario y ademas no es fácil. Abrazo
ResponderEliminarEl primer paso es darse cuenta...
ResponderEliminarVidriera magnífica, nada raro que te pierdas en ella.
Kisses.
Qué bonita la imagen parece un dibujo en lugar de una fotografía. ¿Tiene truco?
ResponderEliminarBesos.