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Hace un rato mientras paseaba recién salido el sol (es un decir, porque la nubes y algo más allá en el horizonte la niebla lo cubrían todo) pensaba: -como me gusta esta luz gris tenue- Y es que ya el amanecer desde mi ventana allá por encima del Victoria (HOTEL) el sol no teñía con rosas y púrpuras las nubes como otras mañanas, eran unos grises oscuros o claros según donde magníficos, espectaculares. Tanto que ni me he decidido a tirar una foto para disfrutarlos hasta que la luz se ha vuelto de un estándar pasable y no perder ni un segundo del espectáculo. Es el otoño con su cara más fría y un poco, solo, inhóspita con algunas gotas esporádicas que me han caído en las manos ya que en la cara con mi gorra calada hasta los ojos era difícil que se depositarán ahí, ya habrá tiempo cuando me operen esos ojos y no necesite a la penumbra para ver mejor.
O quizás también que estuve mientras desayunaba escuchando la radio un rato y aunque hubiera salido un radiante y colorido día de este incipiente otoño después de tanta noticia deprimente el color habría sido poco mas o menos.
Y no me quejare por esta mañana gris, que me encanta, soy gente mas de mal tiempo (es un decir) que de días radiantes de continuo. Simple que pensaba qué, pero antes de que esto se torciese como lo va haciendo, el futuro se veía como en la foto del amanecer de la entrada del otro dia; "Imagenes al éter" .
En fin que parece que viniera un cambio de ciclo a la vista de tanto gilipollas que está tomando importancia en distintos ámbitos.
Muchas veces me pasa eso a mí, que me pierdo las mejores fotos porque prefiero llevármela puesta.
ResponderEliminarPreciosa entrada y preciosísima música.
Es por esa manía de verlo todo a través del objetivo. Y siempre será mejor verlo en grande como es en la realidad que en dos dimensiones y muy reducido.
EliminarHaces muy bien. Es mejor vivir esas imágenes que fotografiarlas.
ResponderEliminarSaludos.
Eso creo, Sí.
EliminarSalud.