Amanece una de esas mañanas a caballo entre el otoño que se extingue y el invierno incipiente. Y sin embargo al mirar como sale el sol por la 'Molineta' mientras cruzo el paso de cebra que al final acabara llevándome a las alturas de la Villa, solo me viene a la cabeza una tarde de un verano de 1972 en el cine viendo aquella película; 'Verano del 42'.
La cabeza, en fin, a veces se va a los lugares mas insospechados. Y ahí estaba yo parado mirando el paisaje urbano cuando de pronto se me cruzo esa idea. Recuerdo fotográficamente ese momento, ese cine, ya desaparecido. Sus paredes forradas con grandes rectángulos de terciopelo acolchado para luchar con la reverberación, el patio de butacas carmín oscuro y dos grandes coronas circulares de escayola de color gris azulado como dos enormes agujeros negros conteniendo sendos globos de luz, en el techo. Y como salimos de allí todos los amigos perdidamente enamorados de Jennifer O'neill, aunque solo fuera por un rato.
Los recuerdos sólo vuelven a quienes los atesoran. ¡Amores platónicos de juventud!😉
ResponderEliminarLa foto da sensación de mucho frío.
Besos.
Posiblemente, pero ahí quedan colgados.
EliminarPues hacia frio esa mañana. Hoy ya se podía andar mejor.
Besos
Qué bonita pelíula, también mis recuerdos se han disparado al ver la secuencia. Maravillosa.
ResponderEliminarSi que lo es.
EliminarHay películas que no pasan nunca
Salud
Se ve que por aquel entonces todos los cines se cortabsn von el mismo pstron. Los wue yo recuerdo de por aqui ersn practicamente igusles, menos los globos. Los rosetones sí, pero din globos. No habia pemsado en rl scolchado y la reverbetacion.
ResponderEliminarSaludoss y buenas fistas , erik
Gracias, pasa una fiestas estupendas que el año que viene será un poco mejor.
EliminarSalud