un cierto día salí al balcón, era mi segunda vida. El cielo estaba extrañamente negro y rojo porque la tormenta así lo quiso y el crespúsculo extremo también. Hice ese boceto que luego se convertiría en un oleo con aquel extraño cielo, y que en esta ocasión no pintaría yo.
Aun no estaba el edificio tan solo el hueco donde iría después. Pero eso ya fue en mi tercera.
Esta extrañamente solitaria calle a pesar de lo atrás en el tiempo como si supiera que un día al cabo de los años un patógeno la dejaría de esa guisa durante muchos , muchos días mas. Tantos, que solo las golondrinas la tomaban cada tarde planeando vertiginosas tras, me imagino, algún mosquito o cualquier otro insecto volador.
Hasta que una mañana radiante volví a escucharla.
Era aquella chica de los pantaloncitos cortos y piernas interminables que manguera en mano baldeaba como si se tratara de cualquier buque varado, en estas tierras de tan adentro. La acera de enfrente y la casona de puertas labradas.
Después, De nuevo el trafico.
primero fue un sencillo (single) que me encontré trasteando discos en una tienda de esas que había donde vendían vinilos, no había otra cosa por entonces. Se veía en su caratula que había pasado por otras manos, y me imagino cuales, pero no importo mucho porque el vinilo se veía brillante y pulcro. Quizás no le gusto lo bastante o bien se canso de él tras no ponerlo nunca, o casi. Un tiempo mas tarde compraríamos el Lp. los dos...
Pero eso fue en mi primera vida tiempo muy atrás, tanto que en Fleetwood Mac aun estaba Peter Green y no había chicas cantando.
Pero si ella conmigo.
Todo cambia y, si damos marcha atrás, quizás la nostalgia de otras vidas aparece hasta llenarnos.
ResponderEliminarTienen un encanto especial tus bocetos.
¡Y qué maravilla de blues!
Besos.
Peter Green, cuando estaba en Fleetwood Mac. Una maravilla de tema con unos añitos...
EliminarFíjate que aun no habían construido el edificio en que nos fuimos a vivir, solo esta el hueco. de lo que fue un antiguo hotel.
Besos