Casta doncella, cubierta de plata
estas antiguas plantas sagradas,
se vuelven hace tu bello semblante,
sin nubes y sin velos.
Templa, oh doncella,
templa los corazones ardientes,
templa también el cielo audaz,
esparce por la tierra aquella paz
que te hace reinar en el cielo.
Da fin al rito
y el bosque sagrado
será purificado de lo profano,
cuando el colérico y sombrío dios,
pida la sangre de los romanos.
Desde el templo de los druidas
mi voz atronará.
Caerá, y yo podré castigarle.
Pero castigar es algo que mi corazón no sabe.
Oh, hermoso! Vuelve a mi
a tu fiel primer amor.
Y contra todo el mundo
yo seré tu escudo.
Oh, hermoso! Vuelve e a mi
y de tu rayo sereno,
y la vida a tu lado
tendré mi patria y mi cielo.
Ah, ven ahora tal y como eras,
cuando te di entonces mi corazón.
Ah, vuelve
Músicas en esta entrada: Anna Netrebko - Casta diva
Me has hecho levitar...
ResponderEliminarPues me alegra mucho...
EliminarSalud
La luna y su magia.
ResponderEliminarBesos.
Es mágica no lo dudes.
EliminarBesos
La Netrebko me corta el aliento y, si además, le añadimos nuestra preciosa luna... nada más que pedir para hoy.
ResponderEliminar¡Gracias!
Besos.
Es una de las grandes sin duda.
EliminarBesos
La luna siempre inspira belleza.
ResponderEliminarMil besitos, Erik.
Siempre,al menos a mí.
EliminarBesos.