Como tantas mañanas lo primero, me asome a la ventana. Esa ventana. La de mas abajo... bueno mas bien el balcón. ¡Pero es que queda mas mono lo de ventana! Y después de mirar como viene el cielo y en consecuencia el día.
No se por qué, pero antes de ponerme a desayunar me puse a leer y tampoco se por qué, elegí a Félix F. Casanova. Ese poeta-escritor efímero que era bello, por fuera y debía serlo también por dentro a decir de sus letras.
Seguiré leyéndolo mas porque no hace tanto, tanto que lo descubrí y merece, vaya que sí...
Algo parecido me ha ocurrido con la música. Pero esta vez lo descubrí leyendo la revista del periódico; Rafael Berrio.
En común tienen que están muertos
Francisco Casanovas - ERES UN BUEN MOMENTO PARA MORIRME
Amaneciendo y anocheciendo
a un mismo tiempo,
cariño, ¿no es ésta la forma
en que te gustaría vivir?
En mi cabeza hay un álbum
de fotos amarillentas
y lo voy completando con mis ojos,
con los más leves ruidos,
atrapando olores en el aire
y en cada sueño que sueño.
¿Sabes una cosa, pequeña?
La última página de mi álbum
tiene tu boca lluviosa mordiéndome un labio,
un disco de rock’n’roll
y calcetines de colores.
Mis ojos han sido rápidos,
te he hecho el amor con la ropa puesta
a través de una
larga pajita dorada
mientras cruzabas la calle
con el cabello ardiendo.
Pero ahora son tus pies
quienes dan mis pasos,
¡así que no te equivoques
pues me caería!
Te bebo en cada vaso de agua
que sacia mi sed,
mis palabras son claras como niños pequeños
o espesas como semen empapando cortinas,
pero hoy tengo que inventar
un nuevo idioma
para conversar con tus tiernos maullidos eléctricos
y los gritos de euforia
de la gente que vive en tu cabeza.
Debes saber que a veces
soy como un entierro interminable,
siempre triste y azul
subiendo y bajando
por la misma calle.
Pero otras veces soy un río de risa
corriéndome por toda la ribera,
haciendo el amor a la mar,
una felicidad contagiosa,
un revólver de amor, nena,
y voy a disparar justo a tu corazón
¡bang, bang!
¿te di?
Quiero arrollarte, enrollarte y arrullarte,
montaña de aguardiente
y tarde rojiza.
Eres un buen momento para morirme.
ahora ya, el domingo se encamina a pasos agigantados a su final.
Músicas en esta entrada: Rafael Berrio - Simulacro
Hola, los domingos son un tanto deprimentes, casi prefiero los lunes... pero tienen ese algo que se acopla bien a lecturas y a mirar por la ventana (eso siempre)... en fin, sin darle muchas vueltas, quiero vivir muchos domingos!!!!!!
ResponderEliminarBesos
Yo también, yo también...
EliminarBesos
Le estoy cogiendo cierto "afecto" a los domingos. Lejos del bullir cotidiano, parece que el silencio se adueña de la casa. Tiempo para mis cosas, música, lectura, pensar... Convencida, ¡me gustan los domingos!, ahora que no trabajo.
ResponderEliminarCuriosa foto de tu despertar.
Besos.
Yo de momento prefiero los de diario.
EliminarBesos
Triste muerte del poeta adolescente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tenia tres años menos que yo.
EliminarBesos
Si te soy sincero amigo Erik, he llegado a un momento en el que no aprecio si es domingo o un día entre semana, todos los días me parecen maravillosos, ahora bien, los domingos eso sí, suelo prescindir del ordenador casi siempre, es por lo único que sé que es domingo.
ResponderEliminarSiguen siendo bellas tus instantáneas.
Un abrazo.
Sí. Lo bueno de ahora es que los lunes son igual que el domingo.
EliminarUn abrazo.
Yo, el domingo no voy a trabajar. Imaginaos...
ResponderEliminarSaludos erik
Una pasada...
EliminarNo??
Salud 🤔