lo he contado anteriormente.
La conocí tras una ruptura un tanto traumática (para mi al menos).
Habían sido siete años de literalmente haber consumido el tiempo juntos al segundo, de respirar juntos, en fin de no querer separarnos un momento. Y todo se fue al traste tras unas vacaciones en París.
Y entonces apareció ella. Diecisiete años.
Y yo, ya de vuelta de toda una vida que iba a ser para siempre y tan solo fue un suspiro en el espacio.
Fue exactamente una primavera tras un invierno terrible.
Tengo la manía de la puntualidad y sin embargo a las cosas importante siempre llego tarde, así le llevo a mi hija cuarenta y cuatro años, que tampoco es moco de pavo.
Sí, diecisiete, pero se empeñó en que ella se quedaba. Y se quedó, claro, naturalmente decidí que ya que era lo que quería, no me quedaba más remedio que dar tiempo para que terminara sus estudios, viviera lo que tenía que vivir a esa edad y si seguía pensando igual al menos cinco años después como mínimo pues nada, adelante.
Y fue, y se hizo "oficial" y todo eso... Y además recuerdo que cuando la tenía que presentar a mis compañeros de otras ciudades o eventos de mi trabajo, me la quedaba mirando unos instantes y me daba una especie de corte total al verla tan joven y con aquella frescura, soltar aquello de "mi esposa". Ya no digamos aquello otro de "mi mujer" eso me chirriaba y sigue haciéndolo, porque me sonaba horrendamente mal por el presunto significado de posesión cuando siempre he pensado que ella no es de nadie más que de ella misma. Por eso cuando nació mi hija me llegó el descanso. Luego nació la peque y desde entonces "es la madre de mis niñas" y ya no tuve que volver pasar el mal trago del: "mi".
Ahora los pijos le dicen "pareja" yo digo más bien que somos socios, que al fin y al cabo legalmente es lo que somos.
Ahora que ya se han ido las nenas, estamos... como volviendo a empezar a salir.
Músicas en esta entrada: The Smiths - Last night i dreamt that somebody loved me // Sub. Español
¡Qué bonito!
ResponderEliminarBesos.
Gracias Amapola.
EliminarBeso
No es lo mismo "¿estás?", que "¡estás!", que "éstas", o que "estas".😉
ResponderEliminarSi alguien osa decir: "eres mía", siempre contesto en tono burlesco: "podría ser de mi madre, pero ni eso, soy mía".
Petonets, Erik.
Siempre lo he tenido muy claro en eso, y no permite concesiones.
EliminarBesos
No lo sabía , es una historia muy bonita.
ResponderEliminarA veces ocurren cosas.
EliminarSalud