No soy botánico y no entiendo de botánica, tan solo fui siempre un entregado admirador de las plantas. Era el momento mas agradable de mi día, cuando andaba entre ellas. Me extasiaba con sus verdes y sus otros colores aunque mi preferido era el verde, aquel que sobre todo en las estaciones mas húmedas este color sobresalía incluso de manera insolente sobre el resto del paisaje. Las tocaba a mi paso, hablaba con ellas como cualquier loco mas, pero siempre tenia la sensación de que ellas a su manera me escuchaban y sentían de algún modo el afecto que hacia ellas profesaba. Incluso llegue a pensar que ellas a su manera me correspondían por ello.
Ahora es imposible salir mucho rato al aire, y mucho menos pasear ya que cada minuto a la intemperie es uno menos de duración sobre la Tierra. Creo que no queda nadie. Quizás sea el ultimo en el planeta y escribo esto por si cualquier forma de vida lucida en algún momento lo encuentra y mas que nada por aquello de aviso a navegantes.
Estoy aquí encerrado con mis colecciones que es lo único que hay ya para pasar el rato, salgo lo justo cuando tengo que ir a cualquiera de los supermercados fantasmalmente solitarios y ahora siempre abiertos a buscar alguna provisión. Es curioso según camino hacia cualquiera de ellos en el trayecto me cruzo con multitud de coches aparcados primorosamente muchos, como los dejaron sus dueños antes del 'EVENTO'. Hay una fina brisa que mueve los arboles mas altos, especialmente me fijo en los cipreses como se balancean y sobre todo... como siguen todas esas plantas, verdes, por lo que no dejo de pensar que a pesar del 'EVENTO' ellas continúan haciendo su fotosíntesis y es lo que no logro comprender; -Si la realizan... ¿Por qué?
Decía que no debe haber nadie, porque tengo sintonizadas cada una de las radios que componen una de mis colecciones de cachivaches en una frecuencia ocupando así todo el espectro radiofónico del dial en todas las ondas posibles, ya sean; Am, Fm, Onda corta, Larga, Pesquera... en fin que si hubiera alguien al otro lado no saldría de ellas ese molesto ruido blanco que es lo único que emiten en todo momento.
Pienso en hace unos meses:
He salido muy temprano como cada mañana a disfrutar de mi paseo cuando aun no hay mucha g ente (y pensar que en algún momento hasta me podía importunar encontrarme con ellos), y al bajar por el parque dejando el castillo en lo alto he contemplado con horror y sobre todo mucho cabreo como los jardineros del ayuntamiento han vuelto a cargarse de nuevo un árbol. Ese mismo que tantas noches he utilizado para dar con su silueta negra contra la luna llena para alguna de mis fotos cierto tenebrismo gótico. Está situado justo al subir la calleja que da a la vieja alcazaba, arropado por el cercado de piedras del parque sobresaliendo majestuoso y rodeado de chumberas y acompañado por uno de esos arbustos de Pita que le dan al paisaje un aire como de otras tierras. He estado un buen rato contemplando como lo han reducido a leña y sobre todo he podido observar que ese precioso arbolito, por los cortes, gozaba de una magnifica salud por lo que no puedo pensar que como aquel otro, grandioso, junto a la muralla exterior de la villa medieval que por su longevidad pudiera representar algún peligro los días de mucho viento habían reducido por completo a astillas, tanto la parte sana como la mas vetusta, y este otro corriera la misma suerte. ¡No lo puedo entender! Como no sea porque tapa parcialmente la vista de esa alcazaba a los turistas que suben. Pero lo dudo mucho porque es joven y esbelto y aunque alto su copa no es tan frondosa como para procurar esa falta de visión.
¡Cabreado! He seguido mi camino sin pensar mas en ello, dispuesto disfrutar en lo posible de la mañana, que se presenta agradable a pesar del frio y del aire fresco y observando desde estas alturas las montañas envueltas en la bruma que deja el hielo de la noche al sublimarse con los primeros rayos de sol. Y del silencio tan solo roto por los pájaros que pasan a ratos, y a lo lejos el ruido mortecino del motor de algún camión que pasa por la carretera que se pierde entre aquellas sierras, hacia el sur y trae el escaso viento hasta mi.
Desde la puerta de cristales que da a la terraza miro el cielo que se deja ver sobre los tejados de alrededor y los muñones de aquellas dos palmeras altísimas (quizás en el jardín de la casa de Blanca) que poco a poco se fueron quedando sin hojas y terminaron muriendo como todas las de la ciudad por culpa del 'Picudo rojo', y da horror ver ese color extraño que ha sustituido al azul del aire. Y la cabeza se llena de pensamientos oscuros; -Las abejas, se estaban muriendo poco a poco. Especies de otras latitudes estaban suplantando a las autóctonas, llegadas en las bodegas de aviones o los barcos gracias a la tan celebrada y cacareada globalización. Y resulta que ni estas han sobrevivido. ¿Quién me hubiera dicho que lo único que iba a ver animar con su vuelo el éter raramente iban a ser las cucarachas americanas con sus alas rubias y su color marrón claro, esas que vinieron a sustituir a las rastreras cucarachas autóctonas de color negro?
He puesto un disco sobre el gira-discos y mientras escucho la Pastoral, pienso en el día que se cabrearon los arboles.
Tanto corte indiscriminado; -¡ Y... por que yo soy el rey de la creación!, tenía al fin que tener consecuencias. No se sabe realmente que pasó, pero un día nuestras plantas, decidieron y vete a saber como, que iban a dejar de respirar como lo habían estado haciendo hasta el día que los medios dieron en llamar "El EVENTO". Y este consistió en que poco a poco dejaron de efectuar la función clorofílica como lo hacían habitualmente. En concreto dejaron de convertir el CO2 en O2 con lo que el ambiente fue volviéndose mas toxico cada vez. La pobreza en oxigeno en el aire se fue haciendo cada vez mas evidente y los primeros en caer fueron los mas débiles, 'mama naturaleza' ya se sabe como actúa en estos casos, luego las enfermedades reparatorias se agudizaron y todo bicho viviente que tuviese la mala costumbre de respirar palmó.
Es extraño pero yo que por lo general nunca respire bien del todo es kafkiano que lo este contando en estos momentos. Ellas, las plantas, siguen ahí como si nada, Yo salgo lo necesario porque el decorado a pesar de ser el mismo quitando el color del cielo no me ofrece la menor confianza. Mis paseos se han reducido al mínimo, la compra que no es tal porque no hay nadie que cobre pero sobre todo por ver que hay ahí afuera.
Y en realidad no ha cambiado nada. Los coches siguen aparcados como decía, según los dejaron sus respectivos dueños, alguno también en mitad de la calzada, estos como si hubieran salido por pies y los dejaran abandonados, los servicios automatizados siguen funcionando como fueron programados tanto que he cruzado con el semáforo en rojo sin problemas. Y lo mas extraño de todo es que ni se han llenado de polvo esos vehículos ni tampoco los edificios que siguen como si alguien los mantuviera. No hay imágenes distópicas relevantes como ocurre en las películas del genero a excepción de los edificios o construcciones que ya antes del 'EVENTO' habían sido abandonadas o estaban en proceso ruinoso, esas si he podido constatar que se deterioran muy rápidamente. Eso mosquea un montón, y he tenido la sensación de como que algo invisible esté haciendo limpieza en la naturaleza. Esta falta paulatina de oxigeno cada vez produce mas cansancio e invita a su vez a descansar antes, y tengo la extraña sensación de que de pronto cuando desaparezca el ultimo bicho respirante como en un 'reset' los colores volverán y ahora la vida vegetal dominante llevara la voz cantante.
Gracias por escribir esta entrada, estoy segura que aunque no seas botánico. no sé si lo eres o no, estoy segura que para las plantas es como si lo fueras. El amor con el que te fijas en ellas y las describes, me lo hacen pensar. También a mí se me parte el alma de los penachos de las palmeras que fueron azotadas por ese bichito que vino de no se donde, en fín...
ResponderEliminarLo dicho escribe más , es un valor añadido a la fotografía y a la música.
Me encantan las plantas es mi lugar favorito para estar, entre ellas.
EliminarSalud
Nada como vivir cerca de la naturaleza, tengo la suerte de hacerlo, cada vez soporto
ResponderEliminarmenos el bullicio y cemento del centro de Madrid y lo que no es centro.
Y esos jardineros, pues, es un mal menor, hay que mirarlo con calma.
Un abrazo Erik
Aquí lo bueno es que en un momento estas en mitad dé ella.
EliminarSalud
This post has pics with expanse of space. Beautiful images with a melancholy feel
ResponderEliminarMelancolía porque se están cargando las plantas.
EliminarTus paseos mañaneros son productivos, conoces la naturaleza y hoy has compartido con todos tu conocimientos. Un abrazo
ResponderEliminarElla es la gran desconocida, y yo lo único que hago es mirar e intentar aprender algo. Pero lo dejo tan solo en maravillarme con ella.
EliminarSalud
Describes una atmósfera apocalíptica, que pareciera poder ocurrir en cualquier futuro, esperemos que no ocurra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que confieso que yo soy muy negro en el fondo y ni se sabe que podrá ocurrir como se esta poniendo el tapete.
EliminarSalud
No entiendo el odio que hay a los árboles, no entiendo tanta idiotez a nuestro alrededor, está claro que no vamos por buen camino. Me ocurre como a ti, cada vez entiendo menos lo que nos rodea. Cuídate mucho amigo y sigamos pensando en verde y plantando árboles y plantinas por un mundo más verde y más llevadero.
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Dentro de unos días volveré a subir fotos. Ahora tenemos un congreso o como quieran llamarlo sobre el conejo ibérico o algo así, Ja, jajajaja... Y me estan entrando sospechas de por que se corto algún árbol, aunque quizás solo sea que yo sea un poco picajoso.
EliminarBesos
Catastrófico y real... da miedo sólo pensarlo.
ResponderEliminarNos vamos apagando todos, incluso ella.
Besos
Si hoy iba de catástrofes, Pero es que me han cortado otro árbol y para mas inri este pobre, no era viejo y además estaba muy sano.
EliminarBesos
Es como si hubieras descrito el cruel fin de la actividad humana que, junto a la de la propia naturaleza, han decidido dejar la realidad en una foto fija. Genial, Erik, sublime.
ResponderEliminarSi seguimos cortando arboles indiscriminadamente ya veremos como nos las arreglamos para respirar.
EliminarSalud
Espero que no tengas una bola de cristal y que ésto no se convierta en verdadero. Pero bien podria ser, conociendo como conocemos a los seres humanos,
ResponderEliminarMuy bien narrado. Me ha gustado la hstòria!
Un abrazo, Erik.
Historia...
EliminarEsperemos...
EliminarPero nos estamos pasando tres pueblos.
Salud
Impresionante ERIK! tan apocalíptico como real! has generado un ambiente de lo más angustioso, entre la música y tu pasar lento, calmado y parsimonioso... con ese cielo, esas fotos en ¿ negativo? ... ese caminar lento, repitiendo una y otra vez que solo sales a por provisiones tras los efectos del "EVENTO" ; ) ... puede ser que un día sea tal cual. Ojalá nunca lo veamos...Siento muchísimo que hayan talado ese arbolito, algún día los árboles y las hiedras volverán a tomar el mundo y a todos los "tala árboles" le van a meter las raices por la boca, las narices y las orejas ; )
ResponderEliminarMuchos besos, hombre árbol ; )
Gracias, María.
EliminarBesos