Pues no, no se me ha olvidado que hacía justo este mismo día de hace cuarenta años.
Trabajaba entonces en los servicios centrales de una entidad financiera, vamos en un banco. Y normalmente entraba cuando el personal normal salía, y solo, totalmente solo, por eso podía bien fumarme una paquet y medio de tabaco debido a esa soledad... bueno soledad relativa porque a parte de mi consola de ordenador y una radio y mi maletín de la comida (sí como en la pelis americanas), ellos eran mi compañía. Lo que ocurre es que yo solía llegar dos horas antes de que saliera el personal de pateos como yo cariñosamente les llamaba, simplemente con el único fin de salir como mucho a las diez de la noche en vez de a las doce de la madrugada, me llevaba unos cuarenta kilómetros ir y otros cuarenta volver a casa.
Pero visto lo visto, y oído lo oído en la radio porque entonces solo había una tele y no daban más que en la radio lo que estaba ocurriendo en el congreso de los diputados me dije pues me largo porque mañana a lo peor ni tengo que volver a la oficina y me puse en marcha de vuelta a casa.
Y manda "güebos"... Justo como estos días de atrás o hace un año no me encontré un alma tonta en la carretera.
Y conste que este no fue el último 23.F rarito en mi existencia. Hubo otro también dos años más tarde movido, y fue cuando al ministro de economía y hacienda del momento le dio por expropiar toda una ristra de bancos.
Pero eso es ya otra historia.
La noche de los transistores...
Creo que todos recordamos donde estábamos, como recordamos que hacíamos cuando derribaron las Torres Gemelas y no olvidamos nada de lo que sucedió el 11 de marzo de 2004. Hay cosas que no se olvidan. Un abrazo
ResponderEliminarAdemás.
EliminarSalud.
Un paisaje agradable el del campo por la carretera.
ResponderEliminarA veces está bien desenfocar.
Un abrazo, me alegra que estés mejor.
Ok. Gracias
EliminarBesos
La única desventaja de no encontrar ni un alma en la carretera, es quedarse parado y sin móvil. Esto cuarenta años atrás, ahora sería tener muy, muy mala suerte. Hay momentos en nuestras vidas que no se olvidan, aunque queramos enterrarlo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto entonces era una aventura sin teléfonos.
EliminarSalud
Obviamente, yo no tengo recuerdos de ese día, porque no había nacido. Pero mi abuela, mi madre... todos aquellos que sí lo vivieron, incluso siendo demasiado pequeños para comprender qué ocurría en realidad, aun hoy recuerdan dónde estaban, qué hacían y cómo se sintieron. A mí me lo han contado varias veces, cada 23F mi madre lo recuerda, aunque sí, debo decir, que tras cuarenta años ya no lo dice con miedo, sino con el alivio de que aquello quedase en lo que fue.
ResponderEliminarAl final, la carretera solitaria también acaba y volver a casa es lo que importa.
Un beso Erik, como ves ya estoy de vuelta, sin covid jaja
Me alegro de tu vuelta eso quiere decir que ya estas bien, o al menos mejor, Lo digo porque mi hija aun dice que algunos sabores no le han vuelto del todo debido a la pérdida de olfato.
EliminarBesos
Yo tengo recuerdos, además muy vivos de: el 23-F, Las Torres Gemelas, el 11-M, las destructivas riadas...
ResponderEliminarLa memoria es un "almacén" que hay que conservar y extraer las moralejas...
Muy buena entrada, Erik.
Un abrazo.
Es que ya hay más para aTrás que lo que queda por recorrer y se van echando cuentas.
EliminarBesos
Siempre me sucede igual cuando llega un nuevo aniversario de la intentona del 23F, y es que los recuerdos, me dejan siempre en la duda de si reír o llorar, y es que era una escena esperpéntica, ver, como en el pueblo en que vivía por aquél tiempo, bastante gente, salia a toda leche, con el coche lleno de maletas hasta los topes en dirección a Portugal, seguro que de derechas no eran... :)
ResponderEliminarSalud y abrazo
Seguramente no
EliminarUn abrazo, amigo.
Cuarenta años parece que no es nada para descubrir lo que aún no sabemos.
ResponderEliminarPues se nos va haciendo tarde...
EliminarSalud
Buenas fotos en movimiento.
ResponderEliminarPor acá llevamos 30 años del último levantamiento, del último intento fallido de golpe de estado.
Pareciera que esos fantasmas ya están extintos, pero cada tanto uno escucha unos discursos...
Abrazos
No conviene olvidar del todo.
EliminarSalud
Me produce una sonrisa leerte, Erik, sería largo de explicar pero quédate con eso. Gracias.
ResponderEliminarY un besote.
Gracias Carmela "hermética" me quedo con eso...
EliminarBesos