alguien me dijo una de estas noches pasadas que; 'la noche es el territorio de los sueños'
Y yo me quede pensando dándole vueltas.
Durante muchos años era en la noche que solo estaba en mi salsa. En la noche fluyen las ideas como si vinieran de otros mundos. Es como cuando pintas un cuadro con luz artificial y a la mañana siguiente con la luz del sol tienes que rehacer todo lo hecho porque los colores no eran reales.
Ponía un disco, bajaba la intensidad de la luz o simplemente dejaba entrar por la ventana la que proyectaba la luna o en todo caso la del farol de enfrente. Los junquillos de entre los cristales se pegaban en sombras alargadas sobre la pared o las estanterías en que reposaban esos discos. Ahora estaba solo y me gustaba estar así. Porque en realidad sabia que alguien cerca soñaba algo en aquellos instantes.
Atrás en el tiempo no. Acababa de quedarme solo.
Solo en aquel mismo lugar en que con esa misma luz y esa misma música, pero abrazados o incluso bailando muy lentamente y tan pegados los cuerpos que solo eran uno no hacia tanto no lo estaba.
Y vinieron muchas noches solitarias y vino Erik, y se fue Tony, como en la opera de París.
Y no es del todo cierto que 'la noche es el territorito de los sueños' porque cada noche 'T' se iba a la cama esperando, soñar. Pero "Christine" nunca venia a sus sueños.
Menos mal que al menos como "t/e" tenia memoria fotográfica para los momentos. Se recostaba en el sillón del ordenador, cerraba los ojos, ponía esta canción que bailaron a la luz de luna que se colaba por una celosía anormalmente grande en un garaje en cierto guateque de una cierta noche veraniega.
Pasaron algunos años y vino alguien y entonces Erik por fin otra noche subió con esta otra alguien a lo alto de la opera y allí junto a la 'Lira de Apolo' respiraron aire fresco de nuevo.
Volvió 'T' pero no se fue del todo 'E' porque a aquella chica nueva tenia gustos diferentes respecto de la música como tuviera Christine.
Y además no se cambió el nombre del usuario que publica las entradas en la bitácora porque es un engorro. (y además, además, no molesta en absoluto el traje del fantasma)
P.D. Quien haya leído el Fantasma de la opera (¡Ojo! El folletín de Gastón Leroux, nada de películas ni musicales) lo entenderá un poco mejor aquello de arriba. Además era el libro de cabecera de Erik y Christine.
Una entrada muy misteriosa.
ResponderEliminarBesos.
El fantasma es que era así.
EliminarBesos 💋💋
Buen narrativa amigo, entre la noche los sueños y la melancolía. Como cambia la noche cuando uno es joven a entrados ya en años.
ResponderEliminarTiempos que no volverán, pero quedarán en el recuerdo y en la retina.
Por cierto, buena música que trae bellos momentos vividos.
Un abrazo y buena semana.
Los mismos deseos para ti.
EliminarUn abrazo
De noche pasan las mejores cosas (aunque por la mañana te des cuenta de que no era gran cosa) por eso duermo poco.
ResponderEliminarBesos.
No me hable... Llevo tres noches prácticamente sin dormir.
EliminarBesos
Cierto es que de noche la creación llega como un sueño, pero a veces se transforma en cruel pesadilla.
ResponderEliminarEncriptado andas... 😉
Besos.
Es la estación que se avecina. ¡Proclamo!
EliminarBesos nocturnos
La noche y los sueños momentos magicos! Tu relato lindo lleno de recuerdo y nostalgia. Besos
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