En agosto ya se sabe; fiestas de barrios en los pueblos...
Y precisamente en ese barrio de la Villa medieval por donde suelo pasear cada día, se celebran las de ese mismo. Lo tienen todo lleno de banderitas colgantes, bar improvisado y un escenario en mitad de la plaza para el baile.
Paso ahora por ahí cuando ya el último sonido se ha extinguido y es como si nadie hubiera estado, paseo solo. Lo he hecho en muchas ocasiones aunque acompañado de alguna chica, chicas, durante los años que han ido pasando. He ido recordándolas.
He visto algún banco donde he estado sentado alguna de aquellas noches, algún candado colgando de una barandilla y alguno de esos corazones brillantes que al empleado de la limpieza del ayuntamiento se le ha quedado varado entre los rollos de la calle, de cualquier boda del último fin de semana en Santa Maria. Me queda el sonido fantasma de una canción que bailamos a oscuras y solos en aquellas alturas esa noche de verano lejos del bullicio de la verbena.
Me imagino que, el bulevar de los corazones olvidados.
Ahora ya no queda nadie.
Música: The 1975 - All I Need To Hear (Español - Lyrics) || Video Oficial
16.08
Eres tan romántico como yo.
ResponderEliminarCreo...
EliminarNos quedamos con los momentos, los recuerdso que sacan del cajon a otros de pasado.
ResponderEliminarCon los buenos.
EliminarMuy buena la foto.
ResponderEliminarEn cualquier momento, cualquier cosa te puede llevar a tus recuerdos...
Besos
Es cierto, y la música se presta como nada para eso.
EliminarBesos.
Ya no queda nadie en ese boulevard. Ni nadie por consiguiente.
ResponderEliminarSaludos
Claro, solo algunos restos de confetis o corazoncitos de esos que disparan en las bodas.
EliminarSalud.
Todo lo que explicas me parece positivo: que haya fiestas y bailes, que llegado el momento se acaben y vuelva el silencio; que hayas paseado por aquí con chicas diferentes, que las recuerdes, que los recuerdos sean bonitos.
ResponderEliminarY qué podría decirte de tu frase maravillosa sobre el sonido fantasma de una canción que bailaistes a oscuras y lejos del bullicio de la verbena. Me encanta.
Abrazos, Erik!
Es que con lo gris que ya está el mundo de por si es mejor ver tan solo lo agradable o como mucho sacarle el lado amable.
EliminarLo del sonido es que ya lo he contado anteriormente en este u otro de mis blogs. En la oscuridad junto a la muralla íbamos con un casette mi ex y yo y mientras escuchábamos nuestras músicas a veces bailábamos al son de Bee Gees u otros así.
Besos.
Las calles se llenan de lo que fuimos, los fantasmas de nuestros pasos y de las vidas que vivimos. Según envejecemos el presente y el pasado, lo inventando y lo real, se mezclan de maneras extrañas y ya no sabemos ni dónde ponemos el pie.
ResponderEliminarEs cierto que ya es lo que nos va quedando, aunque yo para las imágenes o dibujos tengo memoria fotográfica y puedo ver con total nitidez hasta las sombras y luces que la luna filtraba entre las almenas del lugar.
EliminarHola, Erik:
ResponderEliminarEl de “los corazones olvidados” es uno de esos bulevares que sentimos solitarios, pero está lleno de recuerdos.
Un abrazo.
Muchos, Nino, muchos.
EliminarSalud.
Son bonitos recuerdos. Besos.
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