pintadas luces y sombras

 Tenia ya una música elegida para esta entrada o quizás mas para esa foto. Porque en realidad esta entrada iba sin texto. Solo con foto y música. No lo tiro a la papelera de reciclaje subirá a otra entrada. 

Como quiera que cuando paso y hago esta o aquella foto, inevitablemente algo me viene a la cabeza y en este caso fue un sucedáneo de ventana, por el reflejo de esta sobre la pared. 

Precisamente terminaba de salir de detrás de la protagonista del reflejo, donde se exponían fotos y poemas unidos por algún nexo entre ellas, fruto de la colaboración de un fotógrafo y un poeta; "E X T R E M A M O U R".

El caso es que ese sucedáneo de ventana y digo esto porque en realidad era una ventana forzada sobre una puerta de cochera con una especie de celosía que dejaba ver apenas una porción rectangular del cielo estrellado.

Eran aquellos tiempos de guateques (todos hemos tenido diecisiete años, si estamos contando esto) y normalmente los discos eran los míos, pero nada mas por que ya por entonces yo iba teniendo mi discoteca aunque por entonces incipiente. Pero no... Tampoco sonaba la que tendría que sonar, sino esta canción de fondo de esta entrada, aunque del mismo grupo. Lo que ocurre es que se me cruzo en medio cuando iba a subir la elegida por segunda vez y como la otra, la primera, queda congelada para mas adelante. Y es que el tema que sonaría de fondo tenia que estar incompleto.

Decía que tenia 17 y estaba loco por una chica muy pequeñita, mas o menos la misma estatura de una de mis hijas (algo tenían que tener en común), como dos juguetes de bonitas las dos. Y lo que ocurre a veces con los padres, no lo veían bien porque era muy bajita (como mi madre mas o menos de altas). De esta manera durante mucho tiempo nos veíamos a escondidas, hasta que una noche mi madre se acerco a mi cama y me dijo: ¡eA! ¡ni caso! Mi hermano tenia los mismos prejuicios cuando empecé a salir con tu padre y mira los años que llevamos juntos. Tira que cuando hay algo mas grande de por en medio hay que dejar hacer a la naturaleza.

 Y pasamos (al menos para mi) algunos de los mejores años de mi vida. Y aquella noche sonaba esa segunda canción, que no suena hoy, mientras bailábamos muy pegados y yo miraba aquellas estrellas por el hueco que era aquel sucedáneo de ventana, y de vez en cuando dejaba de mirar le levantaba la cara y la besaba largo, largo. Otro día pondré ese tema. Hoy como aquella historia, esta que suena que también es muy bailable, incompletas. 

Noches de blanco satén,

que nunca alcanzan su final.

Cartas que he escrito,

sin tener nunca la intención de enviarlas.

Una belleza que siempre he echado de menos,

delante de estos ojos.

Cuál es la verdad,

es algo que ya no puedo decir.

Porque te quiero,

sí, te quiero, oh, cuánto te quiero.

Mirando a la gente,

algunos van agarrados de la mano.

Por lo que yo estoy pasando,

no pueden entenderlo.

Algunos intentan contarme

ideas que no pueden defender.

Aquello que quieres ser,

al final lo serás.

Y te quiero,

sí, te quiero, oh cuánto te quiero.

Noches de blanco satén,

que nunca alcanzan su final.

Cartas que he escrito,

sin tener nunca la intención de enviarlas.

Una belleza que siempre he echado de menos,

delante de estos ojos.

Cuál es la verdad,

es algo que ya no puedo decir.

Porque te quiero,

sí, te quiero, oh, cuánto te quiero.

Nights in White Satin -The Moody Blues (1967) Lyrics