junio, 24 (solsticio)

 

No es que yo sea muy soso es que creo que tampoco se celebra mucho por este lugar esa noche. 

Sin ir más lejos anoche estuve escuchando música hasta la madrugada mientras buscaba una fotografía que le hice un día a una amiga durante una de aquellas cenas de noches veraniegas en que algún fin de semana venían los amigos y cenábamos en cualquier restaurante de la villa medieval por donde tanto suelo pasear. La encontré en efecto y...  ¡Que guapa como de costumbre! La estuve a condicionando por si me diera por subirla en alguna entrada. Le puse la correspondiente música y eso sí, no llevará texto escrito con la música, ya vale para texto la letra (lyrics).

Ya cansado de un día muy movido me fui a la cama y mira por dónde me ocurrió lo que tanto he deseado a lo largo de todos estos años (SIN) y que a pesar de ser tantos solo se ha realizado en dos o tres ocasiones como mucho.

Vino y no desde la vigilia. Soñe y soñe como esas veces que tienes fiebre y se repite machaconamente el sueño. Era claro completamente, como aquellas historias que le inventaba cuando estaba triste y le contaba sentada sobre mis rodillas a propósito de paisajes de bosques maravillosos en los que el sol se escurría entre las ramas en la espesura hasta que sus lágrimas terminaban tornándose en una sonrisa. La besaba y seguíamos nuestro momento. No sé si era en color porque no consigo recordar si mis sueños son en color o en blanco y negro. Lo cierto es que el sueño consistía en algo parecido a lo que ella hacía conmigo cuando terminamos nuestra vida juntos durante las últimas semanas antes de marchar de aquí y consistía en que cada tarde cuando terminaba su jornada venía a hacerme compañía y escuchábamos música como cuando salíamos. Si, nos separamos, pero yo seguía enamorado de ella y sé que ella también. En fin, el sueño de marras: 

- Venía y paseábamos, como yo ahora, aunque no por estos mismos lugares que suelo poner en mis fotos de paseos diarios. Yo la miraba. ¡Es que es muy difícil no embelesarse con esa cara cuando la tienes tan cerca! Se sonreía y me preguntaba... -¿Quéee?  

- ¡Nada! ¡Es que tenerte tan cerca y no besarte los labios es...! ¿Podría? ...Una vez...  ¡Y vaya que sí!

Desperté, pero suavemente sin sobresaltos y me toqué los labios. Los tenía muy rugosos, secos, Si, me pasé un momento los dedos por ellos y tuve la sensación de que aún estaban calientes. 

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Se ha dado la vuelta dormida y ha puesto el brazo sobre mi pecho como suele. No, no estoy solo en la cama, y esto sí que es en la vigilia. La noche del 'Solsticio' más agradable en muchas noches veraniegas. 

Músicas; La nit de Sant Joan Jaume Sisa

24.06.24