la fuente de las ocas

            He visto aquella foto de la fuente. La tenia en el escritorio de haberla subido algunos de estos días. Mas bien el negativo y no consigo recordar con que cámara la hice quizá con la vieja reflex analógica que era lo que había mas así. Esta hecho una pena porque estuvo perdido mucho tiempo al contrario de los posteriores que se guardaron en sus bolsas y ni la luz ni los elementos pasaron por ellos. Lo he invertido y ahí estabas. Los colores están pasables pero menos, el cielo tiene manchas de oxido y las nubes... esas queda algo de lo que en su día debieron ser. Algo muy pasable como digo.
            Me he quedado mirando sin  poder apartar la vista durante un largo, largo rato. Las rodillas perfectas, preciosas, aquella faldíta corta con una tabla central mas grande que el resto. Bueno ya sabes lo que me gustaban aquellas faldas de tablas que movía el viento graciosamente con tu marcha. La melena hacia adelante descansa sobre tu pecho derecho, larga por  aquel entonces hasta la cintura al estar sentada sobre el brocal de la fuente del parque. No se te ve la cara en esa copia pero yo la he visto todo el rato. Estas preciosa en ella (¿y en cual no?) y he pensado: que suerte haber querido a alguien tan bonita todos esos años. No se donde estarás en este momento. Si se como te ves ahora. Vi hace tiempo unas fotos en Internet. Pero te  he sentido tan cerca como el momento mismo en que apreté el disparador de la cámara.

             Hay cosas que nadie podrá quitarme a pesar de encrucijadas en el tiempo.