ROMANCE DE LA LUNA, LUNA

 Se va el sol ya muy deprisa pero estos días raros que han salido invitan a quedarse un ratito mas leyendo y escuchando bajo ese arbolillo aun calvo en mi lugar de pensar, aunque la noche va enfriando el ambiente...

Y ahí aparece ella con un halo que presagia fresco dentro de un rato, sigo pensando en aquellos versos que leía hace un rato...

Podría parecer al ver el cielo que ya es primavera, pero solo porque aun queda algo de luz del sol que se ha escondido del todo tras la curva y colorea un poco el azul haciéndolo mas cálido como si le hubieran aplicado un filtro cálido en la línea del horizonte, pero ya se encarga ella con su aureola blanquecina de avisar que le frío no va a tardar en llegar.

La luna vino a la fragua

con su polisón de nardos.

El niño la mira, mira.

El niño la está mirando.

En el aire conmovido

mueve la luna sus brazos

y enseña, lúbrica y pura,

sus senos de duro estaño.

Huye luna, luna, luna.

Si vinieran los gitanos,

harían con tu corazón

collares y anillos blancos.

Niño, déjame que baile.

Cuando vengan los gitanos,

te encontrarán sobre el yunque

con los ojillos cerrados.

Huye luna, luna, luna,

que ya siento sus caballos.

Niño, déjame, no pises

mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba

tocando el tambor del llano.

Dentro de la fragua el niño,

tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,

bronce y sueño, los gitanos.

Las cabezas levantadas

y los ojos entornados.

Cómo canta la zumaya,

¡ay, cómo canta en el árbol!

Por el cielo va la luna

con un niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,

dando gritos, los gitanos.

El aire la vela, vela.

El aire la está velando.

                                                      F.G.L.

Estrella Morente 

Músicas:   Bulerías por soleá