Al final la noche se portó, y la tormenta como estaba previsto hizo acto de presencia. Quite el sonido al televisor, apague la luz. Aparque la lectura (la mascara de la muerte roja) pinche muy suavemente para poder escuchar los truenos, "Gnossienne #1" y disfrute de como a ratos los relámpagos iluminaban a través de la cristalera mi rincón en la cocina. Luego pasada ya la eléctrica la lluvia fuerte con gran estruendo tomo el relevo.
Volví a mi lectura.
Una noche redonda.
Después de la tormenta, llega la calma, dicen...
ResponderEliminarSi a veces llega la calma
EliminarSaludos
Ostras a mí los truenos no me hacen mucha gracia la verdad sea dicha.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
Pues es muy entretenido cuando estas aquí encerrado,
EliminarBesos
Salvo por el hombre apuntando con un arma, jajaja.
ResponderEliminarTe envidio, Erik. Por la tormenta, por poder escuchar la lluvia... ¡Cómo me alegra que lo hayas disfrutado! Es un poco como si lo hubiera hecho yo.
Y escuchar a Satie... uhmmm, qué ganas de dejarse llevar...
;)
Beso
Una gozada total. Me en cantan las lecturas góticas. Y esa viene lo justo para el tiempo en que estamos situados. Por eso he dejado el enlace al relato para quien no lo hubiera leído.
EliminarBesos
Una noche redonda más al saco. ¡Que vengan otras!
ResponderEliminarQue bien suena ese piano para mi mañana.
Es la calma dentro del torbellino.
EliminarSaludos
Hacer lo que nos apetece en cada momento y disfrutar de ello.
ResponderEliminarBesos.
Es un lujo si lo pensamos, en mitad de la tormenta.
EliminarBeso
A mí me gusta decir que lo oscuro también es bello.
ResponderEliminarUn saludo.
Si que lo es.
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