¡ marchaaA !

Neblina púrpura en mi cerebro.
Últimamente, las cosas no parecen las mismas.
Actúo de forma extraña, pero no sé por qué.
Discúlpame mientras beso el cielo
Neblina púrpura por todas partes.
No sé si subo o bajo.
¿Soy feliz o desdichado?
Sea lo que sea, esa chica me hechizó.
¡Ayúdame, ayúdame!
Hablo del corazón y del alma.
Hablo de cuestiones serias.
Algo sucede, algo sucede.
Neblina púrpura en mis ojos.
No sé si es de día o de noche.
Me has hecho perder, perder la cabeza.
¿Hay futuro o se ha acabado el tiempo?
¡Ayúdame!
Ah, sí, neblina púrpura.
Oh, no, oh, ¡ayúdame!
Dime, nena, dime.
No puedo seguir así.
Me haces perder la cabeza... nena.
No, no, no, duele, nena.

Alguien decía esta mañana en la radio que cuando hacia el paseo diario en casa iba imaginando lo que veía cuando lo hacia antes del encierro. Yo lo hacia cada mañana dando la vuelta al pueblo (mas o menos - las chicas en mi pueblo mean por el ombligo) que mas o menos podría llevar esa hora y media. Pero hacer 6 Km. del salón a la terraza  para hacer un poco mas o menos de lo que hacia antes... Es que ni de coña.  
Si, ya se que cuando voy por ahí fuera me encasqueto los auriculares y las imágenes espectaculares de las alturas con música aun se potencian. Por eso  hoy decidí que ya que me había molestado en actualizar el firmware de mi receptor de cd y al incorporar un montón de emisoras nuevas de las que dan lo que me gusta y al tiempo molestarme en ir por esos mundos buscándolas a lo mejor acompañado por ellas me imaginaria que estaba por aquellas alturas. ¡Pero que coño! yo he seguido viendo las paredes, los libros, los discos, el pasillo, la cocina, las macetas de la terraza (incluido el mini abeto) y nada mas. 

Eso si con la música a watio limpio por lo menos dar saltos he dado un montón.