Miraba el escaparate. Yo la miraba a ella. Me pregunté mentalmente qué estaría pensando mientras miraba a través del cristal. Al cabo me fui de allí. Total, nunca llegaría a saber que se le pasaba por la cabeza. Y es que era un extraño escaparate que no presentaba prenda alguna a parte de los maniquíes.
Hay mil historias acerca de esas muñecas, a veces exageradamente contorneadas, y más de una bastante tétrica.
Recordé entonces a la chica del escaparate de la capital, dias atrás. Y más que a ella el extraño escaparate en rojo.
Estas en cambio sentadas y totalmente desnudas parecían esperar. Una espera que se hacía infinita, camino del cierre definitivo. Quizas si me paso por aquí esta noche con sigilo quien sabe si no las pillo enfrascadas en una conversación acerca de que les depare el futuro más inmediato. Pensé con una sonrisa agridulce en los labios.
Y ayer mientras paseaba como cada mañana a pesar de ser domingo había cierta cola frente a la panadería. Pero no pude dejar de fijarme, antes de girar la esquina, en ella, apoyada sobre ese árbol como tomando los primeros rayos mañaneros.
Pero no. Al girar la esquina me percate de que ella como las anteriores. Tan solo esperaba y esta, sí, la cruel trituradora.
P.D. Todos esos negocios han echado el cierre.
Que imagenes extrañas y bellas. La figura de una mujer aunque sea un muñeco es digna de elogio.
ResponderEliminarTodavia te agradezco la cancion de Beck. Me sigue acompañando.
Es que hay alguno de estos objetos muy conseguidos anatómicamente y ciertamente de facciones muy bellas como bien dices. Pero a veces es eso mismo lo que intimida un poco.
EliminarMe alegra que te gustase esa canción. Puedes escuchar el original aquí: https://youtu.be/iNbdyPNdByM.
Saludos
Pues sí, se viene encima una ruína como un castillo de gorda.
ResponderEliminarBesos.
Aún no hemos empezado a ver nada más el horizonte lejano. Yo me dedicaba a eso antes de dejar de trabajar, pero quiero pensar en optimista. Mejor preocuparse del problema cuando lo sea y no antes. Todos los problemas acaban teniendo solución. (Será por ser de ciencias)
EliminarBesos
A pesar de ser por cierre de esos negocios, son escaparates curiosos que has sabido captar muy bien.
ResponderEliminarEl final de la del árbol, no es nada halagüeño.
Un beso, Erik.
A la vista de esos contenedores. Más bien no.
EliminarBesos
Buenas spooky pics.
ResponderEliminarPues estas no son nada para las que llevo publicadas en ocasiones anteriores.
EliminarYa ves que el negro es el dominante en mi bitácora. A pesar de haber salido ya "El Fantasma" de los sótanos de la opera.
Salud
Iba a decir algo gracioso pero, tal como acaba, no. También es triste la muerte de las cosas. Pienso en la ilusión conque monto la tienda su dueña, y el esfuerzo que invirtió, pero sobre todo, la ilusión. La ilusión truncada es terrible.
ResponderEliminarSaludos erik.
Joder, me caen lágrimas...
Van siendo demasiadas tiendas cerradas. Es una lastima.
EliminarSaludos
Un tanto inquietante la maniquí del árbol, desde luego estaba destinada a los contenedores, pero hete aquí que el o la que la colocó ahí hizo una performance, pienso yo. Una entrada muy llamativa.
ResponderEliminarLo que me disgusta es que las maniquíes(más que los maniquíes, que suelen escasear) siempre son muy delgadas (y que conste que yo también lo soy, pero entiendo que la gente más gruesa rechace este estereotipo tan esclavo) y con poses imposibles. Eso no es real, pero es que , tal vez, real ya no haya nada.
Besos.
Suelo correr de la realidad cada vez que puedo. Me gusta dejar a la cabeza de cada cual.
EliminarBesos