La luz esta mañana es esa que cualquiera quisiera para hacer algunas fotos. Pero no era un dia especialmente pensado para ello, no al menos hoy.
Era mas un dia para detenerse a mirar esa luces y esas sombras y como definen la imágenes en los ojos. Luego el ánimo acaba por poner lo colores precisos.
Aunque a veces se cuela la música y se introduce como una variable más a la hora de percibir el resultado de todos esos cuadros. Han ido cayendo una tras otra las canciones y aunque al final cuando yo las voy enlatando en mi walkman terminan por fin en un orden alfabético mecánico. No es posible que yo haya elegido escucharlas en ese orden que hoy si que cambian los ánimos.
Los reales eran colores rabiosos por culpa de esa luz blanca que viene del sol a esa hora en que es nueva como recién estrenada, sin filtros y que hacen a los colores sí, tan reales y desprovistos de flores
Luego se van sucediendo los escenarios y se van sumando a esa catarata de sensaciones que influirán sobre los ánimos.
Voy mirando los epitafios uno tras otro y me pregunto en la imaginación, de quien lo pensó, si quien está ahí tras la lápida o quien la encargó.
O bien encuentras esa que por limpia, sencilla y, o natural solo dice...
Me doy cuenta en un instante que aunque la música no ha parado mientras pensaba en ello. No he escuchado nada en absoluto durante...
Solo he pensado al ver el paisaje montañoso frente a mi ahora, que la unica musica posible será la que sonará esta noche en la entrada de mi bitácora.
Paseo, luz, musica, miradas... me voy acostumbrando a tus paseos.
ResponderEliminarEsto empezó como una bitácora quejica. Vamos un diario de desahogos y al final ya ni se en que se ha convertido.
EliminarPaseos, eso paseos.
La luz te transporta, la luz te acaricia.
ResponderEliminarBeso.
Sin la luz y sus sombras hay poco, Maria.
ResponderEliminarBesos
Sabes, Erik, este fin de semana que he estado en una casa perdida en la Sierra, la segunda noche bajo una luna impresionante escuché varias canciones de Antonio Vega y entre ellas, la que tú subes hoy, que me encanta.
ResponderEliminarHe leído tus respuestas, y en lo que le dices a Guille, te diré que no conocí tus comienzos, pero para mí, hoy, es un lugar que me gusta visitar.
Un beso
Si yo también estuve el fin de semana en una casa en el campo, exactamente el viernes y ahí fue donde hice esa foto de la luna, la tercera que puse en la entrada del domingo 30 titulada madrugadas. Parece que estuvimos viendo la misma luna. Lo que ocurre es que las pocas luces del lugar aunque dejaban ver las estrellas no dejaban ver bien la Vía láctea. Me imagino que a lo mejor en la sierra tu si pudiste verla. Es un espectáculo. A mi me eriza los pelillos de punta como cualquier opera.
EliminarGracias por venir.
Un beso
Que lindas palabras, a veces es verdad, no es momento para fotos, sino para mirar, y las fotos vienen después, con esa luz ya metida primero en las retinas.
ResponderEliminarSaludos!
Cuando estamos ahí delante de esas maravillas hace unos años simplemente mirábamos y las disfrutábamos. Ahora nos empeñamos en mirarlas por el teléfono o un visor. Y solo las vemos cuando ya están enlatadas. Yo primero me siento un rato a mirar luego si me gusta la luz tiro una foto y sigo un rato mas mirando y escuchando de fondo mis músicas.
EliminarBesos
Siento que hay más en esos puntos suspensivos que en todo el texto, y ya es decir...
ResponderEliminarBeso