= A la espera de la oscuridad =
Ese instante que no se olvida,
tan vacío devuelto por las sombras,
tan vacío rechazado por los relojes,
ese pobre instante adoptado por mi ternura,
desnudo desnudo de sangre de alas,
sin ojos para recordar angustias de antaño,
sin labios para recoger el zumo de las violencias
perdidas en el canto de los helados campanarios.
Ampáralo niña ciega de alma,
ponle tus cabellos escarchados por el fuego;
abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies,
a tus pies donde mueren las golondrinas
tiritantes de pavor frente al futuro.
Dile que los suspiros del mar
humedecen las únicas palabras
por las que vale vivir.
Pero ese instante sudoroso de nada,
acurrucado en la cueva del destino
sin manos para decir nunca,
sin manos para regalar mariposas
a los niños muertos.
*
Alejandra Pizarnik
¡¡¡Qué bonitoooo!!!
ResponderEliminarGracias
EliminarMe ha encantando reencontrarme con Tárrega en manos de esta intérprete tan joven. Leer el poema con ese fondo también ha sido mágico. La primera parte tiene algo que toca. Un abrazo Erik
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