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          He cerrado los ojos y me he recostado hacia atrás todo lo que da mi sillón de escribir. He dejado correr "Pale Blue Eyes" que sonaba en el post de anoche, o de hoy según se mire. No me traen buenos recuerdos The Velvet Underground aunque me encantan de siempre. En el blog de Guille he leído la palabra mágica. Ella fue una vez la rosa del "Principito" y estas canciones son las únicas que no me traen buenos recuerdos de ella en cierta época.  He recargado la pagina para que siga sonando de nuevo la música.
          Solo ilumina la habitación el resplandor de la pantalla del ordenador, puedo percibirla con los ojos cerrados por el tamaño algo exagerado de los monitores. Pero puedo ver sus labios e incluso sentirlos y puedo ver como unos segundos separo mi cara de la suya y permanezco mirándola y es todo un privilegio tener un rostro como ese tan cerca, me recreo en la comisura de sus labios y esa sonrisa que no acaba de arrancar pero que siempre esta ahí por los siglos del polvo estelar.  Luego siento de nuevo nuestros labios pegados y una sensación de que te vacías eso que suelen llamar el alma y que yo no se si existe algo así a ciencia cierta, de la cintura hacia arriba en su boca. Vuelve a terminar la canción y vuelvo a la realidad de la estancia oscura.
          Aquella imagen no se va a ir.