Hacen el encierro mucho mas ameno. Truenos, rayos y centellas, una tormenta de esas que se disfrutan a tope. Pasan y viene la calma chicha de nuevo hasta dentro de una hora que esta prevista otra. Si es igual de espectacular valdrá la pena la espera. Cuantas noches allá arriba desde el castillo viéndolas pasar.
A mí me gustan las de verano. Eléctricas y estruendosas. Que hacen saltar las alarmas y temblar los cristales de las ventanas.
ResponderEliminarSaludos!
Claro, pero mientras vienen las veraniegas, menos da una piedra.
EliminarSaludos
Me gustan las tormentas pero como dice Cleveland las de verano son las mejores. Un abrazo
ResponderEliminarLlegaran, llegaran y ahí estaremos pendientes.
EliminarBesos
Preciosas imágenes, la cámara de tu mirada capta buenas tomas, te felicito.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias María. Se hace lo que e puede.
EliminarBesos
No soy demasiado tormentero, pero las que me cojen en casa he llegado a disfrutarlas.
ResponderEliminarSon las menos húmedas.
EliminarSaludos
A mí también me encantan estas tormentas primaverales. Lo peor es para los agricultores que están recogiendo sus cosechas ahora, por ejemplo en el Jerte han hecho estragos en la campaña más temprana y eso, a mí como hija de agricultores, me duele bastante. Es la belleza del momento pero el perjuicio o el desastre económico... en eso me debato,.
ResponderEliminarBesos
Claro como de costumbre por eso se dice aquello que nunca llueve a gusto de todos. Cuando aun trabajaba tenia que estar con agricultores y ganaderos y era difícil que se pusieran de acuerdo incluso de un mismo ramo.
EliminarBesos