tengo una cajita de cristal llena de memorias. Y una virtual llena de las cosas que me gustan, como, alguna foto algún escrito que me ha gustado, algún mail que me contestaron. Y sobre todo el recuerdo incorpóreo de una desconocida a la que hace mucho que no oigo en letras pero que cuando se dejaba oír se abre(ía) el cielo y tiemblan todos los cimientos del este mundo boca abajo.
de Ahí he sacado esa foto mía de arriba, ese recuerdo transparente flotante y ese recorte de mail: a quien
se le diga, que nos conocemos hace cuatro años, y no sabes mi nombre...
dibuje ese paisaje perdido con otro recuerdo que no guardo en ese lugar, y luego me perdí en el. Y ciclicamente lo rescato y vuelvo a perderme de nuevo. Como esa chica que si guardo dentro de el y que se pierde muchas veces. Ahora me lo tomare con muchísima calma hasta la próxima vez que vuelva a abrirla. La cajita.
bo. ja saps que t'estimo a la meva manera
Los recuerdos, esa forma de viajar al pasado...
ResponderEliminarUn saludo.
esta vez no tan pasado
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Los recuerdos nos ayudan a estar un poco más cuerdos aunque a veces tengo dudas con esto de los re_cuerdos. Mola tu selfie. Cuídate mucho.
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Una vez vi en un cómic ese paisaje y, esta vez si a un antiguo recuerdo muy bonito se le ocurrió que se lo dibujara. Lo hice y hace unos años se me ocurrió meterme en el. Y ahí estoy caminando junto a esa grieta hacia no se a donde.
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A veces, el desconocido/a es quien mejor nos conoce y viceversa:)
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Es una acuariana como yo, y nunca he estado físicamente con ella pero hemos tenido mas de una coincidencia al pensar sobre algunas cosas que a veces si que podrían poner los pelillos un poco de punta.
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Cuatro años en el mundo de la blogosfera no es nada.
ResponderEliminarEl selfie insertado en el dibujo me encantó.
Gracias Trazy. Tenia mas pelo.
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De recuerdos tengo una cajita llena (o dos) 😉
ResponderEliminarBesos.
Yo es que colecciono cajas raras.
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