EX-LIBRIS

 

Me gusta comprar libros viejos. Me gustan porque han pasado por otras manos, han tenido un o varios dueños y muchos llevan un recuerdo de esos pasos anteriores en forma de anotaciones, o a veces corrigen al traductor oficial. O simplemente es que sus hojas denotan el paso del tiempo y el olor a viejo del papel que amarillea es tan solo que me agrada.

Sin embargo no me gusta escribir en los míos, no me gusta que se doblen los picos de sus hojas y soy muy tiquismiquis  en cuanto a pasarlas para que no se doblen o deterioren mínimamente. 

Esto, claro, no fue del todo así durante una serie de años que para mi fueron demasiado cortos y seguramente para otras personas serian largos, incluso demasiado/s/. Años en que compartíamos lecturas mi musa y yo, juntos. Por eso cada vez que adquiría uno nuevo lo primero de todo era escribir una frase en esa primera o segunda hoja en blanco. Al principio o al final. Y si esto no era posible lo hacia en la contraportada que si solía venir virgen en las mas de ocasiones. Escribía, y escribía; 'tony loves Elvira'

Luego de leerlo se apilaba en mi biblioteca y ahí envejecía dependiendo de la calidad del papel empleado para su publicación.

Pero como nada es eterno.  De pronto llego aquel día en que llego mi jovencísima nueva compañera y como también era una lectora empedernida, al ver mi biblioteca, fue que como que le toco la lotería sin echar decimo, y cuando venia los fines de semana de la "uni" se llevaba este o aquel libro. 

Mi obsesión durante aquellos años anteriores era aquella otra chica. Y no solo por su belleza e inteligencia, sino porque compartíamos además los mismos gustos por cualquier forma de arte. Así podíamos pasar toda una tarde escuchando discos sin parar, patearnos las tiendas de estos eligiendo que L.P. nos llevaríamos después de pinchar unos segundos sus pistas. Era tal las obsesión del uno por el otro que hasta dejamos en un muy segundo plano nuestros amigos comunes pasando todo el tiempo juntos. (Esta dedicación absoluta, luego se paga cara cuando uno de los dos decide marchar por su cuenta). Por eso su nombre estaba de continuo en mi boca sobre todo cuando hacíamos...

Es por eso que, y aunque ya habían pasado varios años, cuando conocí a mi compañera de viaje hasta ahora,  me horrorizaba solo pensar que cuando estuviéramos mas animados en la cama, se me escapara por accidente aquel otro nombre. Y eso mismo pensé que podría ocurrir con todos aquellos libros que se llevaba para leer cada fin de semana. Si de pronto abría el libro por la pagina de aquel; "tony loves, Elvira".

Como quiera que lo ultimo que haría sería hacer tachones en cualquiera de mis libros, fue que decidí confeccionarme un "Ex-Libris" bien con un dibujo mío o en todo caso una foto mía.

Y salvo alguno que lleva encima de la dichosa leyenda adherida una pegatina de aquellas de cuando andábamos protestando por las centrales nucleares. 

Elvira duerme bajo alguno de mis exlibris (ella no lo supo nunca, ni lo sabrá. Esta tampoco).

Se puede amar a una mujer como si en ello te fuese la vida, lo se de sobras, y sin embargo no olvidar a la primera tampoco por muchos años que pasaran. Mas que nada, porque cuando se fue, casi te va de verdad...

 

 P.D. en esta versión en vinilo se pueden escuchar perfectamente los ruidos de la estática de la aguja fonocaptora sobre las pista del vinilo. Por eso y no otra.

Músicas en esta entrada:  The Bee Gees :Method To My Madnees!!

dedicated to my blonde ghost