He pensado mas de una vez pillar una tarjeta de memoria de esas pequeñitas que llevan los teléfonos o mi reproductor de Hi.Res. que me acompaña en mis paseos y que lleva todas las canciones que suelo subir en cada entrada del blog y enviársela anónimamente. Solo por imaginarme si recuerda aquella música y a mi.
Pero luego me he dado cuenta de que enseguida que escuchara tres canciones se daría cuenta de donde venía el envió secreto, no en vano un gran cantidad de esos discos los fuimos a comprar juntos mientras estuvimos en aquel mundo en primavera permanente que compartimos aunque nos gustara tanto el invierno para escuchar esa música muy arropados los dos.
Nos amamos anormalmente y es que pasábamos cada minuto que podíamos juntos. También fue la única vez que engañe a una mujer, porque después de aquel trago me jure que jamás mientras estuviera con alguien volvería a hacerlo. Luego todo acabo bien hasta años después que decidimos que habíamos llegado al final. Que no fue verdad del todo porque yo no he conseguido olvidarla a pesar de conocer luego a otra mujer también muy importante. Y la noche que nos despedimos, oficialmente, (porque seguimos juntos aun un tiempo ya terminado) de haberla besado de nuevo en el cuello al despedirme. No se habría marchado; -Por favor no... Si me besas otra vez no podre irme y me ha costado todo dos meses convencerme, aun habiéndole conocido a él.
No la bese. Se fue, pero no termino con el francés (por eso odio París). Yo lo sabia de sobra. Y un día, años después que paso por mi trabajo y me vio un anillo (nunca lo llevo me da claustrofobia solo pensar que no podría quitármelo) me dijo; -¡Vaya... me dijiste que jamás te casarías...
- Si, es que cuando llevaba cuatro años me dijo una tarde; -¿Piensas tirarte conmigo tanto tiempo como lo hiciste con E. (Christine)...?
-¡No! El próximo agosto cuando pille las vacaciones lo hacemos.
En fin era mucho mas joven y sobre todo no volvimos a caer en el mismo error; cada minuto juntos, yo no le pregunto a donde va ni ella a mi. Eso si los dos tenemos la seguridad de que no vamos a engañar al otro y si hacemos algo siempre se sabría de antemano.
Cuando nació Olga cada fin de semana cada uno alternativamente se quedaba de canguro.
Se que solo quiero a una de ellas. Pero olvidar del todo a la otra es difícil.
Pero es que solo a una le gusta la música y no puedo pedirle a quien no, que se tire la mayor parte del tiempo escuchándola junto a mi.
¡No se puede tener todo...!
dear diary: on july, 21st 2022
Nunca se deja de querer del todo, cuando se ha querido mucho. Y yo creo que si que se puede querer a dos personas, aunque sea de manera diferente por las circunstancias o por el paso del tiempo. No olvidar nunca, de hecho, ya es querer de una manera u otra. Me haces pensar con tus historias. Besos.
ResponderEliminarPues ya van cuarenta años y esto no tiene pinta...
EliminarSalud
Manda huevos... joder Erik... que estoy en fase de recuperación... ainsss....
ResponderEliminarEs que hay épocas en las que aprieta mucho el bajón.
EliminarSorry!!!!
Lo has dicho tú "¡No se puede tener todo...!, aunque soñemos que pueda ser así.
ResponderEliminarCuando se ama de esa forma, se hace muy difícil olvidar.
Besos
EliminarDel todo, del todo no.
BEsos