Solía hacer ese recorrido en dirección a la universidad para ver a mi hija en alguna que otra ocasión y prácticamente vacíos los vagones me imagino que por la hora. Pero como me gustan los trenes, siempre me han gustado, simplemente ya el viaje en el me entretenía. Miraba los trenes que nos cruzaban, el campo con las siluetas de los edificios a lo lejos o simplemente el cielo. Me paraba en los graffitis ensimismado pensando en el fantasmal artista en cuestión. Pero hoy al cruzarse otro tren en sentido contrario la vi. Ahí leyendo ensimismada, también ella, pero en su lectura. Luego al pasar me concentre en los matorrales que se alineaban a lo largo de las vías mientras pensaba en la silueta de aquella mujer que por un momento había levantado la vista del libro y al encontrarse con mi mirada me pareció que había sonreído en un suspiro de velocidad. Cuando sucede eso en dos trenes que se cruzan luego se queda esa sensación de lo que podría haber sido y jamas sera. Mas tratándose de otra ciudad enorme como aquella.
No le di mas vueltas, ¿para que?
Justo cuando bajaba en mi estación la ví.
Era un reflejo en mi ventana.
Esos encuentros fugaces e irrepetibles, pero conscientes, nos recuerdan que dejamos de tener demasiadas oportunidades como para desperdiciar las que tenemos. Pensaba en eso y terminas el relato diciendo que era un reflejo en tu ventana (me había parecido así en la foto), descubriendo que siempre estuvo ahí... y se refuerza la idea anterior.
ResponderEliminarDisfruté mucho este texto, Erik. Me gustó la historia y me hizo pensar un montón.
Beso
Estaba justo en el asiento del otro lado y ademas era una persona conocida.
EliminarBesos
A mí, más que los trenes, me encantan las estaciones.
ResponderEliminarY todo lo que encuentro en ellas.
Besos.
Si tienen su encanto todas, tanto las Modernas como las incluso ya abandonadas.
EliminarBeso
Me encantan los trenes y la estaciones tienen siempre un encanto muy especial pero no me digáis que los reflejos no tienen su aquel...
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Yo es que cundo salgo como siempre llevo una cámara encima voy a la caza de cualquier imagen que me parece de interés. Y los reflejos son muy interesantes.
EliminarBeso
Melancólica entrada.
ResponderEliminarBesos para ti.
Es a días. Pero ya vendrán mas soleados.
EliminarBesos
Como dijo Cavafis lo importante es disfrutar del viaje, no solo de la llegada al destino.
ResponderEliminarLa tuviste al lado todo el trayecto, no era una historia de las que podía pero..
Eso sí, sirvió para empezar una linea de pensamiento.
Los lugares llenos de personal me encantas, aeropuertos, estaciones, halls de hoteles, malls, trenes. Si abres las orejas descubres otras vidas.
Si a mi también me gusta perderme en el barullo.
EliminarLa tenia justo al lado ahora la tengo al otro lado de la casa.
Salud
Buen texto Erik! Me hizo recordar aquel cuento de Cortázar que se llama "Manuscrito hallado en un bolsillo".
ResponderEliminarY esa canción no la conocía. Sí conozco esta otra sobre encuentros de extraños en un tren
https://www.youtube.com/watch?v=08MosmIEWZY
Abrazos virtuales!
Era una banda de los USA de rock barroco de 1965 aunque en 2015 volvieron de nuevo. No conocia a los Enanitos Verdes pero me gusta el sonido, voy a escuchar algo mas.
EliminarGracias.
Un abrazo
¿No estás confinado?
ResponderEliminarQue suerte...
Bueno, supongo que es otro de tus recuerdos... :)
Salud
Si Genín ya llevamos quince días por lo menos, ya he perdido la cuenta. ¿Y tu sigues en tu casa en el campo?
Eliminar¿Estas bien?
Saludos, un abrazo amigo.
Algo fué , si no , no lo habrías contado .
ResponderEliminarsucede , a veces, que un suspiro o una mirada nos acompañan siempre, aun sin saberlo ( o reconocerlo)
adoro viajar en tren, he conocido a tantos desconocidos... y es que doce horas cada quince días dan para mucho
un besito y feliz noche