margaritas

         Esto mismo lo hacía hace unos años todas las noches.

Entonces los colores eran solo unos cuantos. Pero me gustaba jugar con las sombras y las luces, y tengo el archivo lleno de fotos de aquellas calles de otro siglo, vacías por lo general. Aunque también pude encontrar como aquella en particular una chica que al oír mis pasos precipitadamente salió del abrigo de una esquina toda de granito. Solo al verme igual que apareció, volvió a perderse tras la esquina de nuevo alejándose a toda prisa calleja arriba. Al rato un hombre se cruzó conmigo en la misma dirección. Desde luego un lugar extraño para pasear a esas horas y con ese tiempo. Sí, yo lo hago, pero yo ni buscaba a nadie ni se me ocurriría pensar que lo encontraría y menos ahí en esos lugares. Después bajaría, como mucho me tomaría un chocolate caliente en el primer bar de la plaza y me encerraré con mi ordenador al rato y en la penumbra de mi habitación mientras colocaba un disco en el plato, escribía que no me había encontrado  por las alturas y por los lugares antes frecuentados en compañía y como lo echaba de menos. Luego miraría la hora en mi reloj de dos esferas la que se correspondía con la de Santiago de Chile y vería  que había escrito "Ojos Bonitos" y le comentaria. Al fin abrí este blog porque me tope con el suyo un año de aquellos. Todos los solitarios reunidos sin encontrarse y perdidos de la misma manera.

     

     Ahora estoy viendo mil colores porque ahora es por la mañana, es otoño como lo era entonces pero dia. Lluvioso a ratos soleado otros volviendo locas a las margaritas amarillas que han vuelto a aparecer en el parque del castillo y que tanto gustan a "OO.BB." 

      Me he calado pero no importa. El paisaje bien vale el chaparrón. Y me suena tras los auriculares esa forma dulce que tienen de hablar las chilenas.

     Pero ahora es fiesta porque se que ahora mi amiga del otro lado del océano ya si es feliz de nuevo y pronto irá como todos los años a celebrar la navidad en la playa.