caminos de hierro

Es tarde muy tarde, o posiblemente muy temprano porque ayer ya es hoy. 

Como cada madrugada aquí sentado emborronando el papel imaginario que es esta pantalla a la penumbra de una lampara de leds. Ella acaba de asomar a la puerta de la cocina 

apoyado medio cuerpo sobre el marco y el otro tras la pared: -¿ A quien escribes...? ¿Te vienes...?

- A nadie. Solo estoy editando las fotos de esta mañana.

- Ve tu. Ahora voy...

He comentado en unas bitácoras y he apagado el ordenador.
Ella lleva ya un buen rato en la cama cuando he llegado. Esta muy comodona ocupando con su rodilla casi parte de mi sitio. Me acomodo boca arriba mientras acaricio su rodilla. Tardare un montón en conciliar el sueño como de costumbre. Aun suena en mis oídos la música de Bee Gees que puse en la entrada de ayer y que por cierto era nuestro grupo insignia cuando aun salia con Elvira. Y digo que me sigue sonando Night on Broadway machacona.
Si me pongo a pensar no voy a dormirme en mucho, mucho rato... y no hay remedio recuerdo que esa canción fue después de la ruptura. De pronto me veo en Madrid paseando mi soledad sobrevenida. Veo que en Colieseum pasan "Fiebre del sábado noche" que hace poco han estrenado y aun hay colas para verla. Decido entrar a verla. Se apaga la luz y comienza la música y la película claro. A pesar de no ser estos nuestros Bee Gees, que ahora se han llenado de falsetes y chirriantes grititos no puedo por mas que volverme a acordar de ella. A parte que aquí vine no hace mucho a recogerla cuando llego de París y ya venia resuelta a dejarlo aunque no fue hasta unos días después ya en el pueblo cuando me lo dijo.

Me subía al metro y dejaba pasar el tiempo hasta la ultima estación, luego me volvía y me iba para casa de mi tía hasta el día siguiente.

Luego empece a salir con mis antiguos amigos que me aburrían cantidad todo era ir a tomar copas. De chicas ni olerlo. Así no tarde mucho en dejarlos a lo suyo y me uní al grupo de otros amigos mas jóvenes donde conocí a la que seria la madre de las niñas.

Y bueno a pesar de la diferencia de edad la cosa pintaba bien y ahí estábamos... De nuevo en Madrid ahora los dos a pasar unos días buenos vimos entre otras cosas el estreno de Blade Runner. Y la cosa tiro para adelante.

Acabo de despertar y ella esta como un ovillo agarrada a mi contra mi espalda y abrazada a mi pecho.

Otro día.