matrioska (2

Si que fue larga,pero como llovió, el ruido del agua acabo arrullándome. 

Si la niebla se hizo agua y luego me dormí. Tarde, muy tarde y con mucho cuidado de no despertarla me hice un hueco en mi lado junto a la ventana.

Aun es noche, noche ya en el día. Tiene mucho trabajo y se ha levantado hoy un poco antes y yo con ella. Una vez que despiertas para que seguir perdiendo vida durmiendo de nuevo.

Se ha duchado, arreglado, perfumado y en el estrecho recibidor se ha puesto la trenca hemos hablado cuatro palabras muy bajo como si fueras a despertar a alguien. Pero no hay nadie.

Entonces ha tomado el pomo,   yo no se de donde me ha salido,  pero por unos segundos a parecido que fuese a besarle para despedirla. Ella ha girado un poco sin mover los pies del piso con la misma cara de extrañeza que yo mismo y ha hecho un breve intento fallido de acercar su cara.

Ha cerrado la puerta tras de si, y yo me he dirigido a la cocina. He encendido la radio como cualquier mañana aunque no sea de sábado y ha saltado "If you leave me now". ¡Joder! ¡después de la noche pasada y con que se abre la mañana....!

Mejor ni pensarlo y me voy a pasear antes de que sea mas tarde. Ahora la lluvia se ha vuelto a hacer niebla, como no ha ce tanto... 

Entre la niebla, el incidente de la puerta, la jodida canción de Chicago y las luz gris verdosa no han tardado en volver los pensamientos nocturnos, nocturnos de la noche pasada.

Y...pienso:

Cuando me escribió toda contenta sabiendo que me alegraría...

- ¿A que no sabes que opera fui a ver hace unas noches...? 

- Fíjate en la opera de París precisamente. 

- No, no apareció el fantasma.

- Si Madama Butterfly.

Siguió como una niña pequeña contándome todo. Y entonces es cuando pensé: Hay que joderse, se enamora de un francés calvo pero en su cabeza esta al tiempo Tony y corre a contarme que ha realizado nuestro sueño común respecto a ir algún día a ver esa opera juntos a precisamente ese lugar.

¿Aun hay alguien que se pregunta porque odio esa ciudad?, que íbamos a recorrer juntos, ir a la opera, volver a leer el Fantasma allí mismo en un banco cualquiera.

Se que Tony estuvo en su cabeza muchas veces. No se como se llamaba el francés. Me lo presentaron pero no recuerdo como se llamaba, incluso estuvimos juntos escuchando un concierto de Trompa y Órgano en San Martín por eso se que era calvo mas o menos como yo ahora mismo. Bueno mas y ademas entonces eramos muy jóvenes. Pero el hecho de que pensara en mi esa noche en la opera me daba la falsa sensación/esperanza  de que aun ardía algo mio dentro suyo y me lo confirmo unas noches después de llegar de allí. 

Como tantas otras noches veraniegas durante nuestra corta vida común volvimos a la orilla de aquel riachuelo y como siempre con su 600 aparcado entre las escobas altisimas yo, en un momento dado le bese la nuca, era algo que me traía loco, creo que una costumbre maravillosa olerle el pelo al tiempo que la besaba, una manía. En ese momento cerro los ojos y me dijo con voz temblorosa: 

- Tony. Por favor, me ha costado casi dos meses convencerme de que lo mejor era dejarlo. Si vuelves a hacerlo no podre irme.

- Pon el coche en marcha. Vamonos. es tarde.  

Lo decía el otro día.  Debí haber sido egoísta y haber vuelto a besarle la nuca. Pero se que solo hubiera sido alargar  lo inevitable. 

Ahora ni la tengo yo, ni la tiene el francés. 

Pero eso yo, ya lo sabia...

Me compro una "matrioska" en el aeropuerto la segunda vez que volvió para allá.

Las fotos las hice hoy.