viene la sera

   

Pronto la niebla ha ido subiendo y el sol ha ido poco a poco volviéndose de color gris verdoso. Cuantas veces me he quedado ahí en ese mirador sin hacer nada. Tan solo mirar como el viento peina la hierba alta o como los grajos pasan graznando y rompiendo por un momento la calma del espacio que me rodea. Y otras justo en frente a mi izquierda sentado sobre las ruinas de esa muralla con la espalda contra las canterías viejas escuchando una música o leyendo algo hasta que se hace la noche. Mientras, la niebla ha bajado lo suficiente y se ha hecho lo bastante intensa para convertirse en una nube de algodón blanco que tan solo a ratos deja asomar la copa de ulgún árbol o los aisladores de alguna torre de alta tensión. Lo mas parecido a un océano en esta mi tierra muy, muy adentro. Y el cielo arriba azul intenso que se va coloreando con el sol que muere lentamente y que pronto se confundirá con negro de humo y mis pensamientos con el. Ausencias absolutas pero con caras, en momentos solo rotos por las notas de un dúo de casi siempre esa misma opera. 

Entonces, solo entonces, llorará la noche.