fantasmas del polvo

            Ando loco últimamente no encuentro libros.
            Bueno...¡ siii!  Lo que quise decir y no dije es que de un tiempo a esta parte desaparecen, me desaparecen. Yo los tengo por aquí en cualquier lugar porque son, o bien libros de cabecera y que en cualquier momento podría volver a meter mano o ultimas adquisiciones que si colocas en la biblioteca dormirán el sueño de los justos y no sera leído por mucho tiempo.
           
         

            Me mosquea mucho porque no me gusta que me trasteen mis cosas. Soy el desorden, (mas bien la anarquía) en persona. Pero yo teniéndolo todo desordenado, meto la mano y se va sin mirar al objeto deseado. MR., ella, es en cambio el orden personificado (dice que es porque es Virgo, mentira ya no lo es) tiene manía de persecución con colocarlo todo y claro yo así no puedo encontrar nada. Por eso sospecho que me ha colocado esos libros y es por lo que no los encuentro por ningún lado. Otra sospecha es que cuando vienen las niñas me los pillan para leerlos que alguna vez ya he encontrado alguno en su dormitorio. Lo que ocurre es que ahora no viven aquí por eso debo descartar esa posibilidad. MR dice que ella no ha sido. He llegado a pensar si habrá un fantasma lector vagando.

             De momento me he bajado al libro electrónico esos que echo de menos y que tendría que consultar mas a menudo. Mientras encuentro los originales para lo cual me voy a trotar por toda mi biblioteca y discoteca por si acaso...

           

El libro en cuestión en este caso es, y ahora voy al grano que es de lo que se trataba esta entrada de hoy, "Eramos unos niños" de mi idolatrada Patti Smith y también una de mis desastrosas de culto y de Robert Mapplethorpe otro de mis fotógrafos fetiche.
              Leí ese libro pro primera vez un verano en Zahara de los atunes en unas vacaciones y recuerdo que lo leía lenta, muy lentamente para que no se acabara nunca porque me encantaba como lo contaba Patt, y bueno, eso es lo que ocurre con los libros, que llega un momento en que no ves libro, pagina, letras... solo imágenes, lugares, músicas, gentes, calles. ¡Gloria bendita coño! eso y nada mas ni nada menos que eso. Ella te introduce a ratos en el hotel Chelsea y yo me sentía de verdad en esas tertulias con Jim Morrison y compañía. Porque todas esas músicas y músicos de que habla, escritores y demás fauna me suena tan cercana en el tiempo, mi tiempo que no quería salir de ahí ni a tiros. O de lo que se traía entre manos por entonces mi admirado Mapplethorpe y ella misma.
Y es que nos vamos haciendo mayores pero fuimos unos niños como ella dice por entonces y yo veo esa época coloreada de un millón de colores (no tiene porque ser psicodélico precisamente, que hay gente muy mal pensada) es que simplemente ahora todo me parece mas gris.

                Tengo por ahí un vídeo de una entrevista que le hacia en su día Paloma Chamorro a Robert Mapplethorpe en su programa de la  2 de tve "La edad de oro" y ahí ya estaba muy jodido por el Sida. Y ves esa creo, esa cinta podría encontrarla enseguida. Claro estará muy descolocada. Pero lo de los libros ea, es que me mata ¡coño!, me subleva.

                  No, tiempos pasados no fueron mejores, pero estaban de puta madre y te lo pasabas como los indios. Ahora bueno... duele un poco mas a veces pero también.