colour my....

Me tenia la cabeza tonta. Volvía una y otra vez al ataque... Les has pintado a todos algo. A mi no. Venga... Cuando...

Maldita la gana que tenia de pintar nada. 

Me pase toda la vida. Todo lo que dio de si mi vida con ella coloreando su mundo. Y a mi no me lo coloreaba nadie. Ya podría alguna chica decente haberme pintado algo a mi. Y este pesado no me dejaba tranquilo. 

Un día ya cabreado decidí quitármelo de encima y que se lo pintaría pero en no mas de un día.

Así es que decidí regalarle de paso mis manos. Al fin y al cabo era un tipo de esos que siempre que lo necesitas estaba dispuesto. Y total ya no iba a pintar mas... 

La única duda que me iba a quedar es si entendería de que iba la pintura porque seguro que no iba a ver mas que cuadros de colores separados por lineas negras. Y ademas dudo que hubiera oído alguna vez nombrar a Piet Mondrian. Y por otra parte cuando no pagan por algo le dan un valor nulo, Y menos pensar que hay que pensarse bien colocar los colores para que no se den de ostias. Pero no iba a dar explicaciones. 

Decidí que lo mas rápido era  gouache y que seria de grandes dimensiones. Por lo menos habria que gastarse una pasta en marco, passepartout y cristalazo. Así al menos no acabaría tirado en un trastero.

Y ahora mis manos están colgadas sobre la pared donde una escalera de la entrada que da subida al primer piso.

Si vuelvo a pintar tendré que pedirle que me las devuelva o por lo menos me las deje un rato.

Algún día una chica amable me regalara una a mi y me coloreara el mundo. Aunque sea en b&n.

Y de paso a lo mejor me besa suavemente.